martes, 17 de agosto de 2010

8. Secuestro


Sábado, 10 de Noviembre

Ya estaba listo. Eran las 20:50 de la noche.
Pablo iba a salir con Manuel, habían quedado para cenar juntos en casa de este y Pablo quería aprovechar el máximo tiempo posible junto a Manuel. Se estaba enamorando de él, esto le asustaba y le emocionaba a la vez. Por una parte, el señor Weiger lo trataba con cariño, era bueno con él, pero por otra le daba miedo la reacción de la gente si se interaba de su relación con el profesor, solo Carlos y Alicia lo sabían, y por ahora prefería que fuese así.
Pablo cogió las llaves y justo antes de salir por la puerta sonó el teléfono.
_¿Diga?_ preguntó.
_¿Pablo? Soy yo Carlos, ¿tienes algo que hacer esta noche?
_Si, he quedado con Manuel_respondió Pablo, mirando intranquilo el reloj de pared del salón.
_¡Vaya... veo que lo tuyo con nuestro profesor va en serio!_exclamó Carlos con desgana. A Pablo esto no le paso desapercibido y contestó friamente: _¡Si!
_Yo no se... no pienso que debáis estar juntos.
_¿Por qué?_ preguntó Pablo que empezaba a molestarse con el comportamiento de su amigo respecto a su relación con Manuel.
_No se, tiene casi el doble de años que tú, además tiene algo que no me gusta, no te conviene.
_¡Ah! ¿Y quién me conviene, según tú?_ Pablo estaba perdiendo los estribos_. Además ¿que te ha hecho? Deberías alegrarte por mí.
_Me alegraría pero..._ Carlos se quedó cortado, sin saber que decir, sabía que había metido la pata.
_Mira Carlos, lo que yo haga o deje de hacer con Manuel es asunto mío, y si de verdad eres mi amigo, tendrás que aceptarlo_ terminó de decir Pablo y colgó enfadado el teléfono.
Por la calle iba caminando muy enfadado, sin prestar atención a nada, ni siquiera a un extraño gato que le seguía con la mirada.

CLAUDIA

"_No lo soporto más_" se decía a si misma, andando nerviosa por su habitación de un lado para otro.
Aunque era sábado no se le apetecía salir, Alicia aun estaba en cama, y estaba muy nerviosa desde que Javier le había contado su secreto, y no hacía mas que esperarlo. Estresada, fue a la cocina a hacerse una tila para tranquilizarse un poco.
Alguien llamó al timbre. Claudia fue corriendo a abrir la puerta, allí estaba Javier, después de un dia sin dar señales de vida.
_¿Qué te paso? ¿Por qué no te presentastes ayer en mi casa? ¿Cómo has dado con la dirección? ¿Estas bien? Te veo mala cara_ le agobio Claudia con muchas preguntas.
_Espera, tranquila dejame pasar_ Claudia se echo a un lado y Javier entró en el recibidor_. Estoy bien, no he podido venir antes... porque él sospechaba de mi, me ha costado mucho trabajo escaparme_ contaba mientrás se quitaba la sudadera y se la daba a Claudia que la colgaba en la percha del recibidor_ He podido llegar porque una vez en clase me distes la dirección, aunque no veas lo que me he hartado de preguntar por la calle, Montequinto es mas grande de lo que creía.
_¡vale! Perdona si te he gritado_ se disculpó Claudia mientrás Javier se ajustaba la mochila en el hombro_ ¡Vamos a mi habitación, para poder hablar mejor!
Una vez llegaron a la habitación Claudia cerró la puerta y miró a Javier fijamente y añadió:
_¿Cuándo tienes la intención de contárselo todo a Pablo?
_No lo sé_ contestó este mordiendose los labios nerviosamente_. es que estoy muy asustado, no se como decírselo... yo..._ dejó caer la maleta y le empezaron a brotar lágrimas por la mejilla; Claudia con ademán de consolarlo se acercó a el y le paso el brazo por encima de los hombros.
_Se que es muy dficil, pero tienes que acabar con esto, Pablo se está enamorando y es hora de que sepa la verdad_ agregó tajante Claudia_. Si no se lo dices tu, se lo diré yo, ¡vamos! Tienes que ser fuerte, no permitiré que te hagan ningún daño.
_ Es que no puedo_ se excusó Javier_ Tu no sabes de lo que es capaz.
_Mira, tranquilo, yo se lo contaré no tienes de que preocuparte; pero esto no puede seguir así.
En ese momento se escuchó un extraño ruido metálico, como una interferencia.
_¿Qué es eso?_ preguntó Javier asustado.
_No lo sé, parece que ha sonado dentro de tu mochila, es como si fuera una radio y se hubiera cortado la interferencia o algo así.
Ambos empezaron a sacar cosas de la mochila de Javier, desesperados y nerviosos vaciaron la mochila encima de la cama de Claudia, ambos sobresaltados se miraron; un transmisor. Alguien había escuchado todo lo que habían dicho.


ALVARO

Tenía que tener mucho cuidado, la policia podría pillarlo.
"_¡Venga! Un poco más y podrás salir de aquí sin que salte la alarma_" se alentaba el malvado hermano mayor de Carlos.
Fue andando cuidadosamente hasta la ventana, había robado unas joyas en una casa.
Con mucho cuidado bajó por la ventana y reptando por las rejas.
Pegó un salto y consiguió estar en la calle, empezó a correr; una vez estuvo a mas de 10 minutos de la casa que había asaltado, se detuvo y se quitó el pasamontañas dejando caer su largo cabello castaño. Observó con codicia las numerosas joyas y objetos de valor de los que se había adueñado.
"_Los sábados por la noche son los mejores dias para robar, casi nunca hay gente en las casas_".
Pero una llamada al movil lo sacó de sus pensamientos.


PABLO

El pecho del profesor era duro pero a la vez confortable; Pablo reposaba encima de la camiseta que llevaba puesta Manuel; este había sido muy comprensivo con él; habían intentado hacer el amor pero Pablo no fue capaz y Manuel le respetó.
_Vaya son casi las dos de la mañana_ anunció Pablo con preocupación.
_Pues será mejor que ya te marches, no sea que tu madre se enfade, ¡venga te acompaño!_ sugirió Manuel, mientrás ambos se vestían y se disponían a ir hacia su casa.

CLAUDIA

08:36 Domingo, 11 de Noviembre

Claudia no había podido dormir apenas en todas las noches, había tenido sueños ligeros pero inmediatamente se despertaba.
No podía quitarse ese extraño transmisor que había en la mochila de Javier, de la cabeza.
"_¿Quién estaría al otro lado escuchando? ¿Y qué había escuchado? ¿Corrían Javier y ella peligro?_" Muchas inquietantes preguntas le vinieron a la cabeza.
Trato de despejarse estudiando para el dia siguiente, al final consiguió concentrarse y olvidarse por un rato del asunto, luego cansada de estudiar estuvo hablando con Alicia, le preguntó como estaba y demás, después de un buen rato colgó.
Se dispuso a ver la televisión pero escuchó el teléfono. Era Javier. Claudia esperaba que Javier le dijera algo que le quitara aquella angustia, aquella incertidumbre, pero Javier sabia igual o incluso menos que ella; ninguno de los dos había averiguado a quien pertenecía ese transmisor; a pesar de que tenían sus sospechas.
_¡Vale! Gracias por llamar Javi_ agradeció Claudia_. LLámame si descubres algo nuevo, por favor.
Estuvo deambulando por su casa casi todo el rato, entonces tomó una decisión, estaba dispuesta a contarselo todo a Pablo de una vez y por todas.
En la calle empezaba a hacer frío, eran las nueve de la noche y apenas había gente en las calles debido a la humedad. Un ruido, se volvió.
"_Creo que no ha sido una buena idea salir tan tarde_" se dijo a sí misma mientrás se abrazaba y se disponía a dar la vuelta; cuando de pronto se chocó con un extraño hombre encapuchado. _Hola Claudia_ le saludó el hombre_. Me temo que te tengo que llevar conmigo.
_¡No!_ gritó Claudia desesperada.
El encapuchado le dió un golpe y la joven perdió el conocimiento.
_¡Eso te pasa por meterte en lo que no te llaman!
El encapuchado se quitó el pasamontañas. Alvaro introdujo a Claudia en un coche y se largó rapidamente del lugar.

7. Tijeras de sangre


Viernes, 9 de Noviembre

Pablo se zampó los últimos restos de su hamburguesa, Manuel, el profesor, lo miraba dulcemente mientrás comía.
_¡No me mires así! se que estoy comiendo como un cerdo_ pidió Pablo limpiándose con una servilleta.
_La verdad es que sí, pero me encanta observarte_ contestó el pofesor sonriente mientrás Pablo se le subían los colores.
El señor Weiger había invitado a Pablo a almorzar al McDonald's.
_¿Y bueno que es de tu vida?_ preguntó Pablo; conocía a Manuel de solo 3 semanas, pero; ¿lo conocía realmente? Apenas sabía de su vida.
_Pues nada, aquí estoy después de vivir tres años en Chicago_. llegué en septiembre y desde entonces no he parado de buscar trabajo hasta ahora.
_¿Chicago?_ a Pablo casi se le sale por la boca la coca-cola;_ ¡Cómo mola! ¿Has estado en muchos sitios?
_Si bueno, Chicago, Hamburgo, Barcelona, en esos sitios he vivido alguna temporada; incluso viví 3 meses en Sidney; pero bueno ahora vivo en Sevilla, y espero quedarme por mucho tiempo.
_¡Cómo mola! Yo de Portugal y España no he salido _ contestó Pablo apenado_. Pero bueno, ¿tu familia de dónde es? ¿Y tú? ¿Tienes hermanos?
La cara de Manuel cambió radicalmente, y sus hermosas facciones veinteañeras se convirtieron en un semblante serio y bastante adulto. _ Mi familia esta muerta.
_¡Oh... lo siento....! _No pasa nada_ tranquilizó el profesor_. No quiero hablar de ese tema.
Pablo no se atrevió a preguntar nada más, pues con aquella respuesta se dió cuenta que no debía ser inoportuno.
_Bueno, tengo que irme _anunció Pablo_. Tengo que ir a ver a Alicia a su casa a ver como está y luego he quedado con Carlos para acabar unas láminas que tenemos que entregar el lunes en dibujo técnico.
Pablo se acercó para besar al profesor y despedirse pero este le giró la cara.
_Lo siento, en público no.
_Vale.... ¡no pasa nada!_ dijo Pablo cortado por el rechazo_ .¡Hasta luego!

JAVIER

_Lo sé; tienes razón, tenemos que acabar con esto_ Decía tímidamente Javier por el teléfono.
Estaba en su cuarto hablando por teléfono con Claudia, muy intranquilo, cada dos por tres miraba a la puerta temiendo ser descubierto.
_¿Voy a tu casa en una hora?_ preguntó Claudia.
_No, aquí no estaremos seguros, es mejor que yo vaya a la tuya.
_Vale, pero ya sabes que vivo cerca de Montequinto_ avisó Claudia_ Nos vemos en la parada del metro en una hora.
Javier colgó el teléfono, sin saber que estaba siendo escuchado detrás de la puerta.

PABLO

_¿No me lo puedo creer, asi que estas con nuestro profesor de química? ¿Nuestro tutor, el señor Weiger?_ preguntó con la boca abierta Alicia.
_Si, bueno... estamos conociendonos pero sí.
_Espera esto es bastante impactante, de hecho me impacta más que mi accidente; lo de que eras gay no me sorprende porque aunque tu dijeras que no, pues se notaba, pero ¿Qué estuvieras con nuestro profesor? eso si me sorprende, tiene el doble de años que tú.
_Lo sé, lo sé_ replicó Pablo cansinamente_. Pero me quiere, y me trata muy bien, lo único que no me gusta es que me rechaza en público, no quiere besarme ni nada, como que se averguenza de mi.
_No lo creo_ dijo sin mucho convencimiento Alicia_. Date cuenta que es profesor, y si se enteran que está con un alumno suyo se le puede armar una buena, aún así ten cuidado, te saca muchos años y eres muy joven... no quiero decir con esto de que esté en contra de tu relación ni mucho menos, pero si que tengas cuidado.
Alicia se levantó y cerró la puerta de su habitación. _No me fio de que Patricia nos esté espiando.
Pablo rió y le preguntó a su amiga:_ ¿Y bueno cómo estás tu con el brazo?
_La verdad es que mucho mejor, creo que el lunes ya podré ir al instituto, pero este fin de semana el médico me ha recomendado reposo y no puedo salir de marcha_ dijo con tristeza.
_Bueno, ya saldré yo por ti_ repuso Pablo burlón; Alicia le propinó un puñetazo amistoso y ambos se rieron.
_Bueno, tengo que irme, que son casi las seis de la tarde y he quedado con Carlos para acabar el trabajo de dibujo técnico_dijo Pablo dándole un abrazo a Alicia_¡Qué te mejores!
_¡Gracias! ¡Hasta luego!
Pablo bajaba las escaleras cuando se topó con Patricia.
_¡Hola!_ saludó esta animadamente, agitando la mano.
_¡Adiós!_repuso Pablo, pasando por al lado de ella y dirigiéndose a la puerta.
_¡Imbécil!_ gritó Patricia mirándolo con furia. "_Algún dia me las pagarás_".

CARLOS

_¡Maldita lámina de los co....!_ profirió con insultos Carlos_. No se corta bien.
_¡Trae, manazas!_ pidió Pablo_. Para los estudios servirás mucho, pero lo que son manualidades....
_¡Claro! En eso ya estas tú ¿no?_ dijo este con aire burlón.
_Pues ¿sabes que si?_ dijo Pablo feliz mientrás cortaba un rombo muy extraño_. Estoy saliendo con alguien…
Carlos casi se cae de la silla y muy nervioso preguntó: _¿Con quién?
_Bueno se que a ti te lo puedo contar porque no vas a decir nada en clase_. Pablo estaba deseoso por contarle todo a Carlos, que casi tira las tijeras de la emoción.
_¡Anda trae esas tijeras!_ aconsejó Carlos, estendiendo la mano_. Bueno, ¡cuéntame!
_Pues estoy saliendo con el señor Weiger_ a Pablo le costó ocultar su gran alegría, que hasta voto en la silla_. si, nuestro atractivo profesor de química.
Carlos sorprendido durante un segundo, compuso una mueca de decepción, seguida de rabia; Carlos temiendo que Pablo hubiese notado algo, puso una cara de fingida emoción.
_Vaya.... ¡me alegro por ti!_mintió, agarrando con fuerza las tijeras_. Aunque, ¿no es un poco mayor para ti? Al final resulta que si has sido gay.. _rió Carlos.
Pablo se incorporó de la silla y fue a por cola mientrás hablaba con Carlos:_ Lo mismo me dijo Alicia, pero no se... siento que el me trata con cariño, que me quiere realmente_ Pablo extendió la cola en la lámina_. Por cierto, puedo confiar en ti ¿no? Quiero decir... si le dices algo a alguien puedo meter al señor Weiger en graves problemas.
_¡Claro que puedes confiar en mi!_contestó Carlos entre dientes.
Pablo se dió la vuelta y Carlos temblando de la ira apretó con mas fuerza las tijeras por la cual empezaban a salir pequeñas gotas de sangre, que caían en la moqueta.
"_¡Eres mio, solo mío! Nunca dejaré que le pertenezcas a Manuel_".