jueves, 7 de octubre de 2010

9. Señales


DOS SEMANAS DESPUÉS

Lunes, 26 de Noviembre

Pablo y toda la clase estaban muy preocupados, habían pasado muchos días desde la desaparición de Claudia, nadie sabía nada de ella, la guardia civil y un monton de detectives buscaban por toda Sevilla y sus alrededores; los padres de la joven estaban muy afectados, la madre no hacia mas que repetir que su hija estaba muerta que la habían matado, era tal la desgracia que a duras penas pudieron dar clase durante esas semanas; Javier también estaba muy afectado por la situación. En cuanto a Pablo por un lado estaba feliz por seguir con su relación con el señor Weiger aunque este se empeñara en mantenerla en secreto, Pablo le entendía; pero por otra parte estaba destrozado, su relación con Carlos no pasaba el mejor momento, este apenas le dirgía la palabra y la desaparición de Claudia era otro gran golpe, ahora más que nunca necesitaba el mayor apoyo del que disponía, del profesor Manuel Weiger.

ALICIA

La joven se acercó con sus pelos negros desaliñados y sus ojos resecos de tanto llorar a Carlos.
_¿Cómo te encuentras?_ le preguntó a este.
_La verdad no muy bien_ contestó este, cuya cara era aun mas desalentadora que la de Alicia.
_¿Por la desaparición de Claudia?
_ Si su desaparición nos tiene a todos fatal; pero no es ese lo único que me pasa, también es lo distante que estamos Pablo y yo_ Carlos se incorporó en su pupitre y le susurró al oído a Alicia_ Creo que va siendo hora de que te cuente mis verdaderos sentimientos hacia Pablo. Desde la primera vez que lo ví, con 9 años, me sentí muy atraído por él; nunca me atreví a confesarle mis sentimientos, el siempre me había visto como un amigo y yo era el joven chulito y "hetero" de la pandilla_ Alicia se estaba quedando boquiabierta a medida que Carlos le contaba_ pero es la verdad, no sabes como lo he pasado, me he estado negando siempre esto que siento hacia él, ningún otro chico me ha atraído jamás; solo él_ Carlos carraspeó, costándole mucho esfuerzo terminar_. Estoy enamorado de Pablo.
_¡Vaya!_ exclamó sorprendida Alicia_. ¡Bueno no se que decir! Jamás lo hubiera sospechado!_ Alicia trató de mostrarse comprensiva con Carlos_. Entiendo por lo que has pasado, no es fácil con el ambiente familiar que te rodea; pero quiero que sepas que guardaré tu secreto y que te apoyo en todo lo que decidas.
_¡Gracias Alicia!_ contestó Carlos muy agradecido._ ¡Bueno ya sabes mi pequeño secreto! Aunque lo que quería decirte realmente es que, no es solo por celos, el señor Weiger no me parece el hombre indicado para Pablo_ se acercó más a Alicia para que nadie les oyera_. No se porque, pero no me da buena espina.
_Si te soy sincera, yo también tengo mis sospechas sobre el profesor_ Alicia miró hacia todos lados con nerviosismo, temiendo ser oída_. El que quiera llevarlo todo tan secreto, que no quiera que nadie sepa nada; como trata a Pablo... me parece todo muy extraño, Pablo no quiere verlo porque tiene una venda puesta en los ojos_ Alicia se incorporó un poco en el pupitre_. Ahora más que nunca debemos estar unidos a él.
_Pero si no quiere saber nada de mi...
_Pues tragate tus celos, y acércate a él; aunque se niegue en admitirlo necesita nuestra ayuda; además asi tendremos más posibilidades de saber que intenciones tiene Manuel con Pablo.
_Si tienes razón_ determinó Carlos asintiendo.
_Ojala estemos equivocados, y no tengamos que lamentar nada_ dijo tocándose la escayola de la pierna.
_Y bueno que no te he preguntado, ¿cómo va tu muñeca y tu pierna?
_¡Mucho mejor!_ exclamó Alicia feliz_. Por fin después de tres semanas me quitan mañana la escayola, y la muñeca ya ni la siento

JAVIER

Aquello no podía estar ocurriendo, Claudia llevaba dos semanas desaparecidas; y solo él sabía porqué. "_¿Pero qué puedo hacer yo?_ " se preguntaba a sí mismo sumido en un ataque de nervios y desesperación, mientrás andaba solitario por el recreo_. "Debo decirle a Pablo toda la verdad, tengo que conseguir que él me ayude a encontrar a Claudia, yo no puedo seguir así." Le empezaron a brotar unas lágrimas por los ojos hasta que divisó que lo estaban observando. "_ Él me vigila, siempre esta al acecho, ¡no puedo más!_".
El joven fruto de la inquietud se dirigió rapidamente hacia la salida del instituto.
Patricia lo observó, y extrañada se dispuso a seguirlo.
Javier andaba muy rápido, Patricia le seguía el paso, alejándose del instituto.
Después de cinco minutos el chico se detuvo en unos bancos que había en una plaza solitaria; Patricia se escondió detrás de unos matorrales para no ser vista.
Javi cabizbajo se dejó llevar por el llanto, sus lágrimas caían por su hermoso y tímido perfil, surgiendo desde sus hermosos cabellos rubios los cuales le tapaban el rostro.
_¡No quiero seguir con esta falsa!_ gritó en voz alta Javier_ ¡No puedo seguir!
_¿Qué falsa?_ preguntó una curiosa Patricia, mientrás salía de su escondite.
Javier se sobresaltó y la miró con suspicacia.

PATRICIA

_No ninguna_contestó Javier nervioso e incorporándose del banco_. Será mejor que vayamos a clase.
_Javi, ¿crees que no he visto como lo estas pasando? Me he fijado en como te comportas desde la desaparición de Claudia, la querias mucho ¿verdad?_ admitió fingiendo ser comprensiva_. Puedes confiar en mí, se que tengo un carácter difícil, pero puedo ayudarte.
_No se de que me hablas_ repuso este nervioso, mirando hacia otro lado.
_Javier, no soy tonta_ repuso la joven_. Se que tienes algo que ver con Claudia, se que sabes que le ha pasado y no pararé hasta que me lo cuentes.
_¡Esta bien!_ se rindió el joven_ te lo contaré todo, pero por favor, ¡prométeme que no dirás nada!
_¡Tenlo por seguro!_ prometió Patricia_ Tu secreto esta a salvo conmigo.
Patricia compuso una malvada sonrisa que paso desapercibida para Javier.

PABLO

Pablo se encontraba muy feliz, caminaba tranquilamente por la calle. Carlos a la salida le había pedido perdon por haber hablado así de su novio Manuel, pues solo se estaba preocupando por él. Pablo lo entendió y le tenía demasiado cariño como para acabar una amistad de tantos años. Carlos como simbolo de que las cosas no habían cambiado entre ellos, le había invitado a su casa, y allí es a donde se dirigía.
Iba por una calle poco concurrida, cuando sin darse cuenta, volvió a pasar por aquel callejón... después de casi 3 años, seguía intentando evitarlo, pero ese día se había olvidado por completo.
Un poco asustado se dió la vuelta para tirar por otro sitio, pero justo al darse la vuelta un enorme gato negro azulado le sobresaltó.
_¡Minino me has asustado!_ exclamó llevándose la mano al pecho. El gato lo miraba fijamente sin inmutarse.
"_¡Oh no! Esto es como en mis pesadillas_" se dijo a sí mismo horrorizado_."Pero esta vez no te pienso seguir".
Se dió la vuelta para marcharse cuando se chocó con una señal de tráfico, pero era una señal muy extraña pues rezaba: "Cuidado Peligro". En ese instante el gato maulló con fuerza.
Sobresaltado salió corriendo sin mirar hacia atrás.

_¡Vaya mierda de película!_ exclamó Pablo con una fingida cara de aburrimiento, Carlos aún no había parado de reír.
_¿Bromeas?_ preguntó Carlos apretandose la barriga con los brazos debido a la risa_. Es buenísima.
_Para un cabeza de serrín como tu puede, pero yo soy más profundo_ repuso este guasón.
_¡Sí, sí! Veamos que profundo llega tu cabeza en la almohada_ dijo este poniéndole una mano encima.
Pero los amigos fueron interrumpidos por Alvaro, el hermano de Carlos, el cual entró sin llamar.
_¡Eh!_ exclamó Carlos molesto_ ¡Llama antes de entrar!
_Sólo he venido a por una cinta adhesiva, y no preguntes para qué, porque no te importa.
Álvaro abrió el cajón del escritorio y se fue a los pocos segundos; ni Carlos ni Pablo lo soportaban, era un gamberro, un chico sin escrúpulos capaz de cualquier cosa.
_Bueno, aprovecho esta interrupción para ir a por dos coca-colas, ¡no tardo!
_¡Vale!_ contestó Pablo tumbado en la cama.
al cabo de unos segundos, Pablo empezó a impacientarse, no le gustaba esperar. Miró hacia el pupitre y vió que Álvaro lo había dejado medio abierto. Se levantó para cerrarlo pero una especie de álbum estaba atascado y se lo impedia. Sacó el álbum un momento cuando se abrió una de las páginas. Pablo sabía que no debía mirar, pero era su mejor amigo, ellos no tenían secretos y además la curiosidad era demasiado fuerte. Allí había unas fotos preciosas, la excursión de Gibraltar en 2º de e.s.o, varios cumpleaños, cuando fueron a isla mágica. Serían buenos recuerdos si no fuera porque todos los que aparecían en las fotos, excepto Carlos y él, estaban tachados con un bolígrafo rojo. Pablo se quedó un poco extrañado. Cuando se dispuso a volver a colocar el álbum en el cajón algo captó su atención. Solto el álbum y sacó unas cuantas fotos sueltas. Sintió un repentino ataque de pánico, y se tuvo que tapar la boca para no gritar. Las fotos eran aquellas, la que aquel extraño le hizo hace 3 años; el sacando su perro Saku de la piscina, el durmiendo apaciblemente en su cama, y numerosas fotos en el callejón, fotos en las que se le veía desdibujado el rostro por el miedo; fotos de el PEOR día de su vida.
Empezó a escuchar pasos por las escaleras, rapidamente guardó el álbum y las fotos y se sentó en la cama.
_¡Ya estoy aquí!_anunció Carlos entrando con una sonrisa y una bolsa_ He traido las dos latas y también un paquete de patatas, por si se nos apete...
_¡Enseñame el ombligo!_ ordenó Pablo muy serio e inexpresivo.
_¿Qué?_ preguntó este extrañado.
_¡Qué me enseñes el ombligo te he dicho!_ repitió empezándose a enfadar. Su rabia era más fuerte que el miedo. Entonces el semblante de Carlos cambió y se puso muy serio, como él antes.
_¡No nunca verás mi ombligo!
Pablo cada vez lo tenía más claro, señales, todas las señales conducían a Carlos. Las fotos, la señal de tráfico, el álbum, y ahora su confesión, no quería mostrar el gato que era, no quería mostrar la señal definitiva... El gato azul.

martes, 17 de agosto de 2010

8. Secuestro


Sábado, 10 de Noviembre

Ya estaba listo. Eran las 20:50 de la noche.
Pablo iba a salir con Manuel, habían quedado para cenar juntos en casa de este y Pablo quería aprovechar el máximo tiempo posible junto a Manuel. Se estaba enamorando de él, esto le asustaba y le emocionaba a la vez. Por una parte, el señor Weiger lo trataba con cariño, era bueno con él, pero por otra le daba miedo la reacción de la gente si se interaba de su relación con el profesor, solo Carlos y Alicia lo sabían, y por ahora prefería que fuese así.
Pablo cogió las llaves y justo antes de salir por la puerta sonó el teléfono.
_¿Diga?_ preguntó.
_¿Pablo? Soy yo Carlos, ¿tienes algo que hacer esta noche?
_Si, he quedado con Manuel_respondió Pablo, mirando intranquilo el reloj de pared del salón.
_¡Vaya... veo que lo tuyo con nuestro profesor va en serio!_exclamó Carlos con desgana. A Pablo esto no le paso desapercibido y contestó friamente: _¡Si!
_Yo no se... no pienso que debáis estar juntos.
_¿Por qué?_ preguntó Pablo que empezaba a molestarse con el comportamiento de su amigo respecto a su relación con Manuel.
_No se, tiene casi el doble de años que tú, además tiene algo que no me gusta, no te conviene.
_¡Ah! ¿Y quién me conviene, según tú?_ Pablo estaba perdiendo los estribos_. Además ¿que te ha hecho? Deberías alegrarte por mí.
_Me alegraría pero..._ Carlos se quedó cortado, sin saber que decir, sabía que había metido la pata.
_Mira Carlos, lo que yo haga o deje de hacer con Manuel es asunto mío, y si de verdad eres mi amigo, tendrás que aceptarlo_ terminó de decir Pablo y colgó enfadado el teléfono.
Por la calle iba caminando muy enfadado, sin prestar atención a nada, ni siquiera a un extraño gato que le seguía con la mirada.

CLAUDIA

"_No lo soporto más_" se decía a si misma, andando nerviosa por su habitación de un lado para otro.
Aunque era sábado no se le apetecía salir, Alicia aun estaba en cama, y estaba muy nerviosa desde que Javier le había contado su secreto, y no hacía mas que esperarlo. Estresada, fue a la cocina a hacerse una tila para tranquilizarse un poco.
Alguien llamó al timbre. Claudia fue corriendo a abrir la puerta, allí estaba Javier, después de un dia sin dar señales de vida.
_¿Qué te paso? ¿Por qué no te presentastes ayer en mi casa? ¿Cómo has dado con la dirección? ¿Estas bien? Te veo mala cara_ le agobio Claudia con muchas preguntas.
_Espera, tranquila dejame pasar_ Claudia se echo a un lado y Javier entró en el recibidor_. Estoy bien, no he podido venir antes... porque él sospechaba de mi, me ha costado mucho trabajo escaparme_ contaba mientrás se quitaba la sudadera y se la daba a Claudia que la colgaba en la percha del recibidor_ He podido llegar porque una vez en clase me distes la dirección, aunque no veas lo que me he hartado de preguntar por la calle, Montequinto es mas grande de lo que creía.
_¡vale! Perdona si te he gritado_ se disculpó Claudia mientrás Javier se ajustaba la mochila en el hombro_ ¡Vamos a mi habitación, para poder hablar mejor!
Una vez llegaron a la habitación Claudia cerró la puerta y miró a Javier fijamente y añadió:
_¿Cuándo tienes la intención de contárselo todo a Pablo?
_No lo sé_ contestó este mordiendose los labios nerviosamente_. es que estoy muy asustado, no se como decírselo... yo..._ dejó caer la maleta y le empezaron a brotar lágrimas por la mejilla; Claudia con ademán de consolarlo se acercó a el y le paso el brazo por encima de los hombros.
_Se que es muy dficil, pero tienes que acabar con esto, Pablo se está enamorando y es hora de que sepa la verdad_ agregó tajante Claudia_. Si no se lo dices tu, se lo diré yo, ¡vamos! Tienes que ser fuerte, no permitiré que te hagan ningún daño.
_ Es que no puedo_ se excusó Javier_ Tu no sabes de lo que es capaz.
_Mira, tranquilo, yo se lo contaré no tienes de que preocuparte; pero esto no puede seguir así.
En ese momento se escuchó un extraño ruido metálico, como una interferencia.
_¿Qué es eso?_ preguntó Javier asustado.
_No lo sé, parece que ha sonado dentro de tu mochila, es como si fuera una radio y se hubiera cortado la interferencia o algo así.
Ambos empezaron a sacar cosas de la mochila de Javier, desesperados y nerviosos vaciaron la mochila encima de la cama de Claudia, ambos sobresaltados se miraron; un transmisor. Alguien había escuchado todo lo que habían dicho.


ALVARO

Tenía que tener mucho cuidado, la policia podría pillarlo.
"_¡Venga! Un poco más y podrás salir de aquí sin que salte la alarma_" se alentaba el malvado hermano mayor de Carlos.
Fue andando cuidadosamente hasta la ventana, había robado unas joyas en una casa.
Con mucho cuidado bajó por la ventana y reptando por las rejas.
Pegó un salto y consiguió estar en la calle, empezó a correr; una vez estuvo a mas de 10 minutos de la casa que había asaltado, se detuvo y se quitó el pasamontañas dejando caer su largo cabello castaño. Observó con codicia las numerosas joyas y objetos de valor de los que se había adueñado.
"_Los sábados por la noche son los mejores dias para robar, casi nunca hay gente en las casas_".
Pero una llamada al movil lo sacó de sus pensamientos.


PABLO

El pecho del profesor era duro pero a la vez confortable; Pablo reposaba encima de la camiseta que llevaba puesta Manuel; este había sido muy comprensivo con él; habían intentado hacer el amor pero Pablo no fue capaz y Manuel le respetó.
_Vaya son casi las dos de la mañana_ anunció Pablo con preocupación.
_Pues será mejor que ya te marches, no sea que tu madre se enfade, ¡venga te acompaño!_ sugirió Manuel, mientrás ambos se vestían y se disponían a ir hacia su casa.

CLAUDIA

08:36 Domingo, 11 de Noviembre

Claudia no había podido dormir apenas en todas las noches, había tenido sueños ligeros pero inmediatamente se despertaba.
No podía quitarse ese extraño transmisor que había en la mochila de Javier, de la cabeza.
"_¿Quién estaría al otro lado escuchando? ¿Y qué había escuchado? ¿Corrían Javier y ella peligro?_" Muchas inquietantes preguntas le vinieron a la cabeza.
Trato de despejarse estudiando para el dia siguiente, al final consiguió concentrarse y olvidarse por un rato del asunto, luego cansada de estudiar estuvo hablando con Alicia, le preguntó como estaba y demás, después de un buen rato colgó.
Se dispuso a ver la televisión pero escuchó el teléfono. Era Javier. Claudia esperaba que Javier le dijera algo que le quitara aquella angustia, aquella incertidumbre, pero Javier sabia igual o incluso menos que ella; ninguno de los dos había averiguado a quien pertenecía ese transmisor; a pesar de que tenían sus sospechas.
_¡Vale! Gracias por llamar Javi_ agradeció Claudia_. LLámame si descubres algo nuevo, por favor.
Estuvo deambulando por su casa casi todo el rato, entonces tomó una decisión, estaba dispuesta a contarselo todo a Pablo de una vez y por todas.
En la calle empezaba a hacer frío, eran las nueve de la noche y apenas había gente en las calles debido a la humedad. Un ruido, se volvió.
"_Creo que no ha sido una buena idea salir tan tarde_" se dijo a sí misma mientrás se abrazaba y se disponía a dar la vuelta; cuando de pronto se chocó con un extraño hombre encapuchado. _Hola Claudia_ le saludó el hombre_. Me temo que te tengo que llevar conmigo.
_¡No!_ gritó Claudia desesperada.
El encapuchado le dió un golpe y la joven perdió el conocimiento.
_¡Eso te pasa por meterte en lo que no te llaman!
El encapuchado se quitó el pasamontañas. Alvaro introdujo a Claudia en un coche y se largó rapidamente del lugar.

7. Tijeras de sangre


Viernes, 9 de Noviembre

Pablo se zampó los últimos restos de su hamburguesa, Manuel, el profesor, lo miraba dulcemente mientrás comía.
_¡No me mires así! se que estoy comiendo como un cerdo_ pidió Pablo limpiándose con una servilleta.
_La verdad es que sí, pero me encanta observarte_ contestó el pofesor sonriente mientrás Pablo se le subían los colores.
El señor Weiger había invitado a Pablo a almorzar al McDonald's.
_¿Y bueno que es de tu vida?_ preguntó Pablo; conocía a Manuel de solo 3 semanas, pero; ¿lo conocía realmente? Apenas sabía de su vida.
_Pues nada, aquí estoy después de vivir tres años en Chicago_. llegué en septiembre y desde entonces no he parado de buscar trabajo hasta ahora.
_¿Chicago?_ a Pablo casi se le sale por la boca la coca-cola;_ ¡Cómo mola! ¿Has estado en muchos sitios?
_Si bueno, Chicago, Hamburgo, Barcelona, en esos sitios he vivido alguna temporada; incluso viví 3 meses en Sidney; pero bueno ahora vivo en Sevilla, y espero quedarme por mucho tiempo.
_¡Cómo mola! Yo de Portugal y España no he salido _ contestó Pablo apenado_. Pero bueno, ¿tu familia de dónde es? ¿Y tú? ¿Tienes hermanos?
La cara de Manuel cambió radicalmente, y sus hermosas facciones veinteañeras se convirtieron en un semblante serio y bastante adulto. _ Mi familia esta muerta.
_¡Oh... lo siento....! _No pasa nada_ tranquilizó el profesor_. No quiero hablar de ese tema.
Pablo no se atrevió a preguntar nada más, pues con aquella respuesta se dió cuenta que no debía ser inoportuno.
_Bueno, tengo que irme _anunció Pablo_. Tengo que ir a ver a Alicia a su casa a ver como está y luego he quedado con Carlos para acabar unas láminas que tenemos que entregar el lunes en dibujo técnico.
Pablo se acercó para besar al profesor y despedirse pero este le giró la cara.
_Lo siento, en público no.
_Vale.... ¡no pasa nada!_ dijo Pablo cortado por el rechazo_ .¡Hasta luego!

JAVIER

_Lo sé; tienes razón, tenemos que acabar con esto_ Decía tímidamente Javier por el teléfono.
Estaba en su cuarto hablando por teléfono con Claudia, muy intranquilo, cada dos por tres miraba a la puerta temiendo ser descubierto.
_¿Voy a tu casa en una hora?_ preguntó Claudia.
_No, aquí no estaremos seguros, es mejor que yo vaya a la tuya.
_Vale, pero ya sabes que vivo cerca de Montequinto_ avisó Claudia_ Nos vemos en la parada del metro en una hora.
Javier colgó el teléfono, sin saber que estaba siendo escuchado detrás de la puerta.

PABLO

_¿No me lo puedo creer, asi que estas con nuestro profesor de química? ¿Nuestro tutor, el señor Weiger?_ preguntó con la boca abierta Alicia.
_Si, bueno... estamos conociendonos pero sí.
_Espera esto es bastante impactante, de hecho me impacta más que mi accidente; lo de que eras gay no me sorprende porque aunque tu dijeras que no, pues se notaba, pero ¿Qué estuvieras con nuestro profesor? eso si me sorprende, tiene el doble de años que tú.
_Lo sé, lo sé_ replicó Pablo cansinamente_. Pero me quiere, y me trata muy bien, lo único que no me gusta es que me rechaza en público, no quiere besarme ni nada, como que se averguenza de mi.
_No lo creo_ dijo sin mucho convencimiento Alicia_. Date cuenta que es profesor, y si se enteran que está con un alumno suyo se le puede armar una buena, aún así ten cuidado, te saca muchos años y eres muy joven... no quiero decir con esto de que esté en contra de tu relación ni mucho menos, pero si que tengas cuidado.
Alicia se levantó y cerró la puerta de su habitación. _No me fio de que Patricia nos esté espiando.
Pablo rió y le preguntó a su amiga:_ ¿Y bueno cómo estás tu con el brazo?
_La verdad es que mucho mejor, creo que el lunes ya podré ir al instituto, pero este fin de semana el médico me ha recomendado reposo y no puedo salir de marcha_ dijo con tristeza.
_Bueno, ya saldré yo por ti_ repuso Pablo burlón; Alicia le propinó un puñetazo amistoso y ambos se rieron.
_Bueno, tengo que irme, que son casi las seis de la tarde y he quedado con Carlos para acabar el trabajo de dibujo técnico_dijo Pablo dándole un abrazo a Alicia_¡Qué te mejores!
_¡Gracias! ¡Hasta luego!
Pablo bajaba las escaleras cuando se topó con Patricia.
_¡Hola!_ saludó esta animadamente, agitando la mano.
_¡Adiós!_repuso Pablo, pasando por al lado de ella y dirigiéndose a la puerta.
_¡Imbécil!_ gritó Patricia mirándolo con furia. "_Algún dia me las pagarás_".

CARLOS

_¡Maldita lámina de los co....!_ profirió con insultos Carlos_. No se corta bien.
_¡Trae, manazas!_ pidió Pablo_. Para los estudios servirás mucho, pero lo que son manualidades....
_¡Claro! En eso ya estas tú ¿no?_ dijo este con aire burlón.
_Pues ¿sabes que si?_ dijo Pablo feliz mientrás cortaba un rombo muy extraño_. Estoy saliendo con alguien…
Carlos casi se cae de la silla y muy nervioso preguntó: _¿Con quién?
_Bueno se que a ti te lo puedo contar porque no vas a decir nada en clase_. Pablo estaba deseoso por contarle todo a Carlos, que casi tira las tijeras de la emoción.
_¡Anda trae esas tijeras!_ aconsejó Carlos, estendiendo la mano_. Bueno, ¡cuéntame!
_Pues estoy saliendo con el señor Weiger_ a Pablo le costó ocultar su gran alegría, que hasta voto en la silla_. si, nuestro atractivo profesor de química.
Carlos sorprendido durante un segundo, compuso una mueca de decepción, seguida de rabia; Carlos temiendo que Pablo hubiese notado algo, puso una cara de fingida emoción.
_Vaya.... ¡me alegro por ti!_mintió, agarrando con fuerza las tijeras_. Aunque, ¿no es un poco mayor para ti? Al final resulta que si has sido gay.. _rió Carlos.
Pablo se incorporó de la silla y fue a por cola mientrás hablaba con Carlos:_ Lo mismo me dijo Alicia, pero no se... siento que el me trata con cariño, que me quiere realmente_ Pablo extendió la cola en la lámina_. Por cierto, puedo confiar en ti ¿no? Quiero decir... si le dices algo a alguien puedo meter al señor Weiger en graves problemas.
_¡Claro que puedes confiar en mi!_contestó Carlos entre dientes.
Pablo se dió la vuelta y Carlos temblando de la ira apretó con mas fuerza las tijeras por la cual empezaban a salir pequeñas gotas de sangre, que caían en la moqueta.
"_¡Eres mio, solo mío! Nunca dejaré que le pertenezcas a Manuel_".

martes, 6 de julio de 2010

Una mirada en la oscuridad



7 de Noviembre

Papeles, gente, y más papeles, volaban de unos pupitres a otros, la gente estaba muy nerviosa por el examen de química, todos excepto Pablo, este con el brazo apoyado en la barbilla suspiraba pensando con emoción en lo que pasó la tarde anterior, pensando en Manuel.
Manuel entró en el aula con unos folios en la mano; _¡Buenos días! _saludó a los alumnos_ ¡Antes de comenzar el examen tengo que anunciaros una mala noticia, la señorita Alicia Nuñez tuvo ayer un accidente y está en el hospital.
La mayoría de la gente se sobresaltó y Pablo casi se cae del pupitre del susto.
_Pero tranquilos_ prosiguió el profesor_. Ella está fuera de peligro, pero tiene un brazo fracturado y no podrá venir al examen, la familia está muy apenada y su hermana Patricia no ha podido venir tampoco. Y despues de decir esto y desearle una máxima recuperación a vuestra compañera, que comience el examen.
Después de decir esto repartió dos hojas por cada alumno.
_¿Cómo te ha salido el examen?_ preguntó Carlos en el recreo.
_¡Muy bien, era más fácil de lo que creía!_ respondió Pablo con una sonrisa.
_¡Tu estás muy feliz para haber hecho solo un examen...!
_ Es que todo es tan bonito todo y.... ¿qué ha sido eso?
_¡Se te acaba de cagar una paloma en el brazo!_ carlos empezó a reirse a más no poder _. Te han visto como un vertedero de palomas, y claro... la pluma atrae a la pluma
_¡oye!_exclamó Pablo fingiendo estar molesto_. ¡Qué imbécil eres! ¡Voy a limpiarme!
Pablo se dirigía a la fuente mas cercana a limpiarse, mientrás lo hacia escucho a unos metros de él a Claudia y Javier hablando en voz baja.
_¡...decirselo a Pablo! ¡Él tiene derecho a saber, no puedes permitir esto! _le insistía Claudia nerviosamente.
_¡Lo sé! pero...._ empezó a decir el tímido de Javier preocupado.
_¿Qué es lo que me tienes que decir?_ interrumpió Pablo saliendo de detrás de una columna y sobresaltando a los otros dos.
_¡ehm! ¡Pablo, es mejor que te marches!_ le pidió Claudia incómoda mientrás se le caía un mechón castaño por encima de sus oscuros ojos.
_¡No! Os he escuchado hablar de mi y quiero saber qué es eso que tenéis que decirme_ insistió el joven. Pablo se acercó a Javier cuyo pelo rubio le cubría parte del rostro, y empezó a zarandearlo. _¡Siempre me has parecido un chico muy extraño! ¿Qué ocultas? ¿Qué hacias ayer en la casa del señor Weiger? ¡DIMELO!_ gritaba un Pablo cada vez mas impaciente.
_¡BASTA!_ gritó Claudia dándole una bofetada a Pablo.
Pablo sorprendido los miró a ambos con furia. _Yo... ¡lo siento!_ empezó a disculparse Claudia. _¡Da igual! Pero averiguaré que os traéis entre manos_ advirtió Pablo mientrás se tocaba el rostro y se alejaba lentamente.
_¡Lo siento, no he podido hacerlo!_ empezó a disculparse Javier con Claudia.
_¡No pasa nada!_ consoló esta abrazándole mientrás el joven lloraba en silencio.

PATRICIA

Patricia nerviosa se paseaba por el pasillo del hospital.
"_ ¡Maldita sea!_ maldecía para sí misma_.¡Esa tonta siempre tiene suerte! Aunque la verdad, es mejor que se haya salvado, ¿pero como hago para que ahora no se chive? Estoy metida en un buen lío."
_¿Se puede?_ preguntó Patricia mientrás llamaba a la puerta.
_Si, pasa_ instó Alicia. Patricia entró asustada y temiéndose lo peor, pero en el rostro de su hermana no había rencor alguno, ni siquiera enfado, solo dolor por el brazo vendado, esto la cogió por sorpresa.
_¿Cómo estás? _ preguntó Patricia entrelazando los dedos nerviosamente.
_Bien... gracias a Dios no caí de cabeza _ contestó su hermana sonriendo y componiendo una mueca de dolor al sonreir.
"_Vamos... chantajeala... haz algo antes de que sea demasiado tarde_" se decía Patricia.
_La verdad, que forma más tonta de caerme por las escaleras, la próxima vez me ataré mejor los cordones.
_¿Cordones?_ preguntó extrañada Patricia, mientrás se sentaba en la camilla al lado de Alicia.
_Si bueno, ¿de qué otra forma me puedo haber tropezado?
_Si... espero que te mejores hermanita _ le deseó Patricia_. ¡Piensa en la parte positiva! Al menos nos hemos librado del examen de química.
Ambas empezaron a reirse. "_ ¡No me puedo creer la suerte que tengo! Patricia no tiene ni idea de que fui yo quien la empujé por las escaleras!_" pensaba sonriendo Patricia maliciosamente.
_¿Pasa algo?_ preguntó Alicia extrañada.
_Si, ¡qué me alegro un montón de que estes bien!
Alicia se incorporó en la camilla y abrazó a su hermana gemela.

PABLO

Pablo y Carlos caminaban de vuelta a casa cada uno.
_¿Qué te pasa? Antes estabas muy contento y ahora te veo muy serio_ le preguntó Carlos.
_¡No! Simplemente se me ha torcido el día, pero vamos que nada serio_ Pablo no se sentía con ganas de contarle todo; lo de su relación con el profesor, la conversación que había oído entre Javier y Claudia, ni nada; solo se le ocurría pensar y comerse la cabeza pensando que es aquello que oculta el tímido y misterioso de Javier. Carlos era el unico que sabía lo que a él le había ocurrido con 14 años, y la verdad es que Carlos se mostró muy comprensivo y estuvo en todo momento apoyándolo, abrazándolo mientrás lloraba pero... en aquel momento solo quería pensar.
_¡Eh Maricon!_ Se escuchó una amenazante voz que le sacó de sus pensamientos.
Pablo y Carlos se dieron la vuelta sobresaltados y vieron a cuatro jóvenes con pintas de "macarras" acercándose amenazadoramente hacia ellos.
"_ ¡Lo que me faltaba, ¡por favor que se vayan! No estoy con ánimos de pelea_."
_¡Dejadlo en paz!_ advirtió Carlos extendiendo las manos e interponiéndose entre Pablo y los chicos, con una voz que sorprendió al mismísimo Pablo.
_¡Uhhh! ¿y que nos vas a hacer?_ provocó el mas alto de los cuatro.
_¡Esto!
Carlos se abalanzó sobre el chico que había hablado y le pegó un puñetazo en la cara, este sorprendido se tambaleó y cayó al suelo por la fuerza del impacto.
_¡La has cagado imbecil!_ gritó incorporándose el joven.
Los cuatro se abalanzaron hacia Carlos y pese a que le superaban en altura y fuerza, apenas rozaban a Carlos. Uno de los jóvenes acertó a darle en la barriga, Carlos se dobló sobre sí mismo pero no se detuvo y siguió defendiendo a Pablo. Otro le dió una patada a Carlos, que cayó al suelo
Pablo estaba muy asustado, y tenía mucho miedo, nunca se le habían dado bien las peleas, pero sacó todo el valor del mundo y saltó sobre los chavales que se deshacieron de el con facilidad. Pablo se arrodilló junto al cuerpo inconsciente de Carlos mientrás lloraba sin parar.
_¡La próxima vez le dices a tu novio que tenga cuidado con quien se mete!_ dijo el joven que había hablado primero, y riendose por su "gran" hazaña, los cuatro se largaron.

Carlos empezó a abrir los ojos, veía todo muy borroso, trato de incorporarse.
_¡Tranquilo, ya estamos en tu casa!_ le dijo Pablo que estaba sentado en la cama al lado de él.
_¿Qué ha pasado? _Unos niñatos, te pegaron y.. bueno yo y un hombre me ayudaron a traerte a tu casa, tu madre ha estado todo el rato aqui contigo, pero ha tenido que salir. Has estado durmiendo más de tres horas.
Pablo le pasó un paño de agua fría por la cabeza.
_¡Ey.. duele!_ se quejó Carlos.
_Pues no te muevas tanto_ le regañó Pablo _ ¡Gracias por salvarme antes...!_ dijo ruborizado. _¡Haría cualquier cosa por mi mariquita favorito!
_Oye, ¡qué aun no se si soy gay! Pero en serio... ¡gracias!
Los ojos de ambos se cruzaron durante un instante y pese a que habia oscuridad, Carlos lo miraba intensamente, una mirada mas fuerte que cualquier beso, un amor oculto, una mirada de deseo... una mirada en la oscuridad.
Pablo se quedó dormido en los brazos de aquella mirada en la oscuridad.

jueves, 6 de mayo de 2010

5. ¿El bien o el mal?



Tarde, 6 de Noviembre

Pablo no dejaba de entrelazar sus dedos con nerviosismo mientrás caminaba por la calle. Se disponía a ir a casa del señor Weiger a recoger los apuntes de Química, la sola idea le envargaba en una gran emoción, y aunque solo era para recoger unos apuntes no podía contenerse.
"_¡Veamos, esta es la calle Soler y el número es el ocho!_" se preguntaba Pablo observando el papel en el que el señor Weiger había apuntado su dirección._ "¡Ahí esta!"
Pero se detuvo en seco al ver que la puerta de la casa se habría, de él salió un joven menudo, con el pelo liso y rubio; Javier. El joven salió medio asustado, mirando a todos lados y se escabulló nervioso en la dirección contraria de Pablo; no lo habia visto. "_¿Qué hace Javier aquí?_" se preguntó extrañado_." ¡Habrá venido a por los apuntes como yo!" Se dijo a sí mismo poco convencido. Dudando llamó a la puerta _"¡No seas cagueta!" Se alentó a si mismo. La puerta se abrió, Pablo entró dentro, había unas escaleras que conducían a la casa, al entrar vió que era grande y espaciosa, decorada con gran lujo, la mayoría eran muebles que parecían sacados del siglo XXII, que ni su madre en sueños hubiera tenido. _¡Hola Pablo!_ Saludó el señor Weiger desde la puerta de una de las habitaciones.
Pablo se sobresaltó al oir su voz, pero disimuló e intentó que los latidos de su corazón no lo delataran.
Pasaron a una habitación que Pablo dedujo que era su despacho pues tenía enormes estanterias llenas de libros y un escritoria con un ordenador de plasma y dos sillones. _¡Siéntate!_ le ofreció Manuel señalando uno de los sillones_. El joven se sentó incomodo.
_Bueno, aquí estan todo los apuntes, son de química de avanzada, espero que a ti y a Alicia os sirvan de ayuda.
_¡Gracias señor... digo Manuel!_ se apresuró a corregir Pablo_. Nos hacen mucha falta, ¡se...te lo agadezco mucho!
_¡Bah! ¡Tonterias!_ repuso Weiger quitándole importancia.
_Por cierto Manuel ¿de verdad tienes 28? Le echaba unos 25 o incluso me...._ Pablo se tapó la boca sorprendido por su osadía y temiendo haber cometido un error. Pero al contrario de lo que esperaba este, Manuel se rió a carcajadas y contestó: _ ¡Bueno, me he querido quitar unos años, tengo treinta y tres años!
_¡Guau!_ Exclamó sorprendido Pablo_. Me gustaría conservarme como usted dentro de unos años.
El señor Weiger volvió a reir. _Me gusta tu osadía, eres educado pero divertido_ Le dijo con un brillo en los ojos, esto ruborizó a Pablo a más no poder.
_¡ehm...! ¿Puedo ir al baño señor?_ preguntó nervioso para salirse del atrolladero.
_Si claro, sube las escaleras y la segunda a la derecha.
Al subir las escaleras vió un pasillo en el cual había cuatro habitaciones, dos a la derecha, dos a la izquierda y una al fondo.
_¡Por cierto!_ gritó el profesor desde la planta de abajo_. ¡No entres en la habitación del fondo, es un trastero y se te podrían caer las cosas encima!
_¡Vale!_ respondió Pablo. entró en la segunda puerta a la izquierda, estaba oscuro, tanteó la pared en busca de un interruptor. Se escuchó un fuerte portazo y al darse la vuelta vió que se había cerrado. _¡Menudo susto!_ exclamó. Intentó abrir pero la puerta no cedía, siguió intentándolo. Nada. Todo era oscuridad, Pablo empezó a asustarse. Estaba encerrado.

ALICIA

Alicia desesperada no hacia mas que dar vueltas por su cuarto.
"_¿Dónde se ha metido este niño? Ya debería estar aquí con los apuntes_" No paraba de mirar la hora, las 19:46, habían pasado casi horas desde que habían quedado en su casa a las seis. Salió de la habitación dispuesta a ir a buscarlo, no podía esperar más. Pero al pasar por al lado de la habitación de Patricia escuchó que esta murmuraba algo. se asomó a la puerta y escuchó.
_ ...Y eso no es todo, te hundiré, nadie querrá dirigirte la palabra en el instituto, y entonces irás a mi, no tendrás más remedio que quererme a mi Pablo. Alicia interrumpió en la habitación.
_¿Qué es lo que vas a hacerle a Pablo?
Patricia sorprendida se dió la vuelta. _¡Eso no es de tu incumbencia! y.. además ¿qué hacías espiandome? ¿Quién te crees que eres?
_Para empezar si me incumbe, Pablo es mi mejor amigo, segundo te espio las veces que me da la gana, y ¿quién me creo que soy? Alguien que va a pararte los pies_ respondió Alicia con descaro.
_¡Vete de mi cuarto!_ vociferó Patricia enfadada acusándola con el dedo índice.
_¡Bien!_ repuso Alicia saliendo de la habitación y dirigiéndose a las escaleras_. Pero Pablo se va a enterar de esto, y también mamá.
_¡No, no, espera!_ suplicó Patricia. Pero su hermana no le hacía el menor caso.
Alicia empezó a bajar las escaleras cuando notó una fuerza en la espalda y perdió el equilibrio, sin poder evitarlo empezó a rodar por las escaleras, veinte escalones abajo.
Patricia había empujado a su hermana, su intención había sido detenerla, no empujarla, pero finalmente la jugada le había salido mejor, aquello estaba mal, pero de todas formas le venía bien, ¿mal o bien? Que más dá, como dice el refrán: No hay mal, que por bien no valga.
Esta compuso una sonrisa malévola, y pasado unos instantes para no levantar sospechas empezó a gritar.

PABLO

_¡Manuel!_ gritaba Pablo mientrás aporreaba la puerta asustado_ Señor Weiger, ¡me he quedado encerrado! ¿Me puede abrir?.
Al cabo de unos instantes la puerta se abrió entrando el señor Weiger, con la mala suerte de qe tropezó con Pablo y la puerta nuevamente se cerró.
_¡Maldita puerta!_ maldijo Manuel_. ¡Tengo que mandarla a arreglarla, es un coñazo tener que ducharse y otras cosas con algo que sujete la puerta.
_¿Y ahora qué?_ preguntó Pablo preocupado_. Alicia me va a matar.
_¡Tranquilo! Son las 19:57, la mujer de la limpieza llega a las 20:30, hoy tiene turno de tarde-noche.
Pablo se sorprendió en el horario que tenia la limpiadora pero no dijo nada al respecto.
Estuvieron varios minutos en silencio hasta que Pablo incómodo de que el señor Weiger le mirara preguntó cortesmente: _¿Por qué me mira tanto Manuel?
_No puedo dejar de admirar tus preciosas facciones, incluso en la oscuridad.
Esto a Pablo le cogió con la retaguardia baja y no supo que contestar, simplemente se ruborizó a más no poder.
El profesor se acercó a el y le acarició la mejilla, Pablo notaba su suave aliento con olor a limón, y sus penetrantes ojos verdes.
"_¡No puedo creerlo!_ "decía una animada voz en su interior, mientrás su corazón iba a mil por hora."_¡Le gusto! ¡Le gusto al señor Weiger y... y va a besarme."
_Se que te gusto_ susurró sensualmente Manuel mientrás le agarraba suavemente por el mentón_. He visto como me miras en clase, y, ¿sabes? Tú también me gustas mucho.
Nada mas decir esto Manuel besó a Pablo. A Pablo le explotaron todos los sentidos, aquello superaba sus fuerzas, era como estar en el cielo, pero no, aquello era mejor, era REAL.
"_Esto esta mal_ le dijo otra vocecilla en su interior a Pablo_. El es mi profesor." Pero, ¿qué mas daba el bien y el mal cuando todas las preocupaciones se fundían en un beso? Se agarró con más fuerza al profesor, mientrás este lo besaba apasionadamente.

viernes, 16 de abril de 2010

4. El osito rosa



6 Noviembre

las 7:30. Pablo no podía quitarse de la mente el sueño, y aquel extraño pelo azul en su almohada... "_ Tiene que haber sido cualquier peluche... cualquiera_" pensó; aunque sabía que ese pelo no era de ningún peluche.
_¡Pablo! _ llamó su madre desde el piso de abajo_ Carlos ha venido a recogerte para ir al instituto.
¿Carlos? Pablo emocionado salió de la habitación y bajo los escalones atropelladamente, tanto que casi resbala al llegar al último escalón. Allí estaba su amigo, con su pelo alborotado castaño y sus característicos ojos miel esbozando una hermosa sonrisa picarona, como solo él sabía hacer. Atropelladamente Pablo se lanzó a abrazarlo.
_¿Dónde has estado todo este tiempo? Me has tenido más de una semana angustiado _ le reprochó poniendo cara de preocupación.
_He estado enfermo y bastante decaído, pero vamos ¡ya estoy bien! _ dijo alborotandose el pelo_. Por cierto que araña más chula tienes en el pelo (Carlos era un amante de las arañas).
_¿¿¡¡Dónde!!??_ gritó Pablo revolviéndose el pelo asustado.
_¡Era broma!_ Rió Carlos (Y un amante de las bromas).
_¡Oh! Te vas a enterar_ amenazó amistosamente Pablo mientrás forcejeaban_ Me alegro de que hayas vuelto.
_Si, yo también.

Al entrar en clase el Señor Weiger los saludó.
_¿Cómo va todo chicos? Veo que al fin ha venido Carlos, ¿estáis estudiando para el examen de mañana?
_ Si Señor Weiger_ contestó Pablo nervioso.
_No me llames señor, llamame Manuel simplemente_ repuso con una sonrisa. Pablo se quedó sin respiración, el señor Weiger le atraía mucho.
_¿Estas bien?_ preguntó Carlos _¿Hola? ¿Jelou? ¿Hi? ¿Bonjour?
_¿¡Qué!?_ Se sobresaltó Pablo.
_¡Te has quedado tonto! Vamos tenemos que sentarnos. Al sentarse Vieron a Alicia que revolvía agitadamente unos folios. _¡Al fin os veo!_ Se les acercó con cara de concentración y angustiada _ ¡ No entiendo las macromoléculas! ¡Por favor! ¡ayudadme!.
_Si es muy fácil_ rió Carlos, pero al ver la mirada asesina e histérica que le lanzó Alicia se ofreció a ayudarla_ ¡Vale vale! Te ayudaré.
Alicia no era una mala estudiante, pero la química nunca había sido lo suyo, Carlos al contrario se le daba genial todo, era perfecto en todo, buen estudiante y a la vez el más juerguista, simpático, guapo... ni siquiera su mejor amigo, Pablo conocía algún defecto suyo (tal vez las bromas).
Pero Pablo estaba entretenido en otra cosa, no podía quitarle los ojos de encima al chico nuevo, javier, todo en el era muy misterioso, no se relacionaba con nadie a excepción de Claudia, y su comportamiento esquivo le resultaba sospechoso.

JAVIER

_¿No quieres un poco de mi bocadillo?_ Le preguntó Claudia en el recreo
_¡No, gracias!_ agradeció Javier timidamente.
_Bueno y cuentame algo de ti, ¿es muy bonita Barcelona?
_Si_ contestó secamente.
_Mira no se que es lo que te pasa, ni porqué no te relacionas con los demás, pero a mi podrias contarmelo, puedes confiar en mi.
_¡Déjalo!
_¡Vale!... Genial_ repuso enfadada dispuesta a irse con Alicia que hablaba animadamente con Carlos unos metros mas allá.
_ No.. espera_ le suplicó Javier agarrándola del brazo_ ¡Lo siento mucho! No quería hablarte así, es que todo esto es tan difícil para mi... él me matará si cuento algo, yo...
_Puedes confiar en mi Javi, tal vez yo pueda ayudarte, al menos a desahogarte_ dijo esta con dulzura mientras lo acariciaba.
_¡Está bien! Te lo contaré, pero promete, no, jurame que no se lo contarás a nadie ¡por favor!
_¡Te lo juro!_ prometió Claudia_Pase lo que pase no contaré nada. A continuación Javier un poco dudoso, empezo a susurrarle al oído y Claudia horrorizada dejo caer el almuerzo al suelo.

PABLO

_¿Vas a venir a mi casa esta tarde? _preguntó Carlos a Pablo que engullía su bocadillo
_Cflaropf... ¿ag qufe horafj?
_Mejor traga primero_ aconsejó Alicia.
_Pues no se, cuando tu quieras, tengo una nueva tarántula que te fascinará.
_¡Vale, entonces mejor no voy!_ Pablo le tenía pánico a las arañas.
_¡Puedes venir a mi casa si lo prefieres mimosín!_ sugirió una incordiante voz a sus espaldas.
_¡Ehm... no gracias!_ rechazó este incómodo.
_Bueno... si es la señorita "cosa rosa"_ se burló Carlos.
_No me llames así, ¡Imbécil!_ amenazó Patricia
_¿Qué quieres? Dejános en paz y vete con tus amiguitas_ le repuso su hermana.
_ Sólo me iré si me lo pide mi mimosín_ dijo acercándose a este y abrazándolo_. ¿A qué tu no quieres que me vaya?
_Bueno... será mejor que si, que te marches_ le dijo este cortésmente. Patricia dolida y enfadada se marchó.
_Es insportable... soportarla en casa todos los días, no sabéis lo que es eso_ contó Alicia poniendo una mueca de asco.

_Pablo, ¡acercáte por favor!_ lo llamó el profesor Weiger.
_Digame, señ... Manuel
_Así me gusta_ sonrió el profesor guiñándole un ojo_. Solo tengo 28 años, mira se que Alicia y tu váis muy mal en Química, así que si esta tarde puedes, quisiera que te pasarás por mi casa (calle Tadeo Soler nº8) para darte unos resumenes que os facilitarán el estudio, pero no le digas nada a los demás alumnos ¿qué te parece?
_Si, claro_ dijo Pablo acalorado.
_Bien, ¡ve a sentarte a tu sitio, te veo allí a las 17:00!
Pablo se fue algo alterado a su pupitre, el profesor le había invitado a su casa... bueno, no formalmente pero sí.
"_Pablo, admítelo, ¡eres GAY!_" Se dijo a sí mismo, trató de quitarse esas palabras de la cabeza cuando observó que Javier lo miraba con preocupación.
A los 10 minutos sonó el timbre.
_¿A qué hora te recojo?_ le preguntó Carlos mientrás andaban de vuelta a sus casas.
_No..no puedo_ contestó Pablo ajustándose la mochila_ ¡Tengo que ayudar a mi madre!
El mismo Pablo se sorprendió de su mentira, no solía mentirle a su mejor amigo, y no sabía porque lo había hecho esa vez. Pero Carlos no tuvo tiempo de replicar pues a lo lejos Patricia lo llamaba.
_¡Mimosiiin!_ gritaba mientrás corria hacia los chicos, y se enganchaba en el brazo de Pablo_ Hoy no tengo nada que hacer, ¿quedamos?
"_¿Qué le ha dado a todo el mundo por quedar hoy?_". _No puedo_contestó con fastidio.
_Vamos, venga_ insistió esta_. Lo pasarémos bien.
_¡Te he dicho que no! _Pero, mimosin...
_¡Déjame en paz!_ estalló Pablo soltándose de ella _ No me vuelvas a llamar mimosín, ¿cuando te va a entrar en tu cabeza que no quiero nada contigo?
A Patricia le brotaron unas lágrimas en los ojos, y se alejó furiosa de ellos sin decir ni una palabra.
_¡Creo que me he pasado!_ dijo preocupado Pablo a Carlos mientrás veía alejarse a Patricia.
_¡Que va! Ya era hora de que la mandarás a tomar por c*** (palabra muy obscena para ser usada aquí).

PATRICIA

­"­_¿Cómo se ha atrevido a rechazarme? ¡Quién se cree que es!_" pensaba alterada mientrás se dirigía a su habitación.
_¿Esta ya la comida?_ preguntó Alicia que había salido de la suya.
_No lo sé_gritó Patricia y se encerró en su cuarto.
"_¿Qué le pasa a la loca esta?_" Se preguntó Alicia.

_¿Por qué Pablo? ¿Por qué me tratas así? _ llevada por la cólera y el llanto tiró todo lo que había en su pupitre_ Todo es culpa tuya, y esa maldita de Alicia, ella siempre lo tiene todo, ¿Por qué yo no? Siempre me estan despreciando_ Patricia se quedó mirándo hacia un peluche rosa que había encima de la cama y recordó aquellos tiempos felices.

_¿Cuál quieres?_ Le preguntó Pablo a Patricia.
_Ese..._dijo esta señalándo un dragón rojo_ no, no ese.
_Vale, ¡deme ese señor!_ pidió Pablo al dueño de la caseta_ El peluche mas bonito, para la chica más linda.
_Lo llamaré Mimosín _Patricia se ruborizó, siguieron caminando por la feria.
_¿Quiéres montar en la noria?_ le preguntó Pablo. _¡Claro!_ respondió Patricia.
_¡Guau!_ exclamó Patricia sorprendida observando la Giralda desde su asiento_ ¡Se ve todo!
_Si, ¿a qué mola?_ le dijo Pablo acercándose a ella_ ¿Te ha gustado el peluche?_ preguntó nervioso y asustado, Patricia era su primera novia.
_Sí, lo guardaré como el más grande de los tesoros_ contestó ruborizada y con un brillo especial en los ojos.
_¡Eso espero eh!_ repuso este guasón_. Me ha costado conseguirlo, he tenido que intentarlo 3 veces.
_¿Me prometes que siempre estarémos juntos?_ preguntó Patricia apoyando su cabeza en el hombro de Pablo.
_¡Claro! Soy tu mimosín_ sonrió Pablo abrazándola.

_ ¿Por qué tuvistes que olvidarme?_ lloraba amargamente Patricia_ ¡Los odio a todos! ¡Odio a mi hermana, odio a Carlos... pero sobretodo te odio a tí Carlos!
Sacó un cuchillo del cajón de la peinadora.
_¡Tú no te vas a reir de mí!_ gritó fuera de sí dirigiendose hacia la cama y alzando el cuchillo.
Patricia clavó el cuchillo en el peluche con fuerza, lo decapitó.
El amor se había convertido en odio, en venganza, aquel peluche rosa... aquellos años felices, habían caído en el olvido, habían muerto.... como un osito rosa decapitado. Mimosín, ya no existía.

martes, 23 de febrero de 2010

3. El lago negro



5 Noviembre

"_¡Qué pesada!_" exclamó Pablo con cara de asco cuando le llegó un sms que Patricia, la hermana gemela de Alicia, le había mandado.
ola mimosin (L) me as exado de menos?? yo a ti si!! :$ tengo muxas ganas de vrte, te kiero mi niño (KKK)
Patricia, la insoportable y malvada hermana de su mejor amiga, siempre había ido detrás de Pablo, este no se cansaba de rechazarla cortesmente, pero está seguía insistiendo.
Pablo borró rapidamente el sms y se guardó el movil en el bolsillo de la sudadera, en la calle hacía algo de frío, se notaba que el invierno se acercaba. Al llegar a la puerta del instituto vió al alumno nuevo, Javier. Pablo le saludó con la mano, pero este se puso muy colorado y mirando agachó la mirada timidamente y aceleró el paso para entrar en el edificio.
"_¡Qué chico mas extraño!_" pensó Pablo. Al entrar en el aula se percató de que ese día tampoco había ido Carlos a clase, hacia una semana que no iba a clase, y hacía una semana también que habían llegado el alumno nuevo y el atractivo profesor Weiger.
_¡Hola!_ saludó Alicia moviendo su perfecta cabellera negra_. ¿Has visto que bien se lleva el alumno nuevo con Claudia? Es extraño, solo habla con ella.
_Si, antes le he saludado y ni me ha mirado, es muy raro_ le decía Pablo mientras se tocaba la barbilla pensativo_ Por cierto, Alica, ¿sabes algo de Carlos?
_ No mucho la verdad_ dijo esta apoyándose en la mesa_. Lo ultimo que supe de él fue hace 3 días el viernes, le llamé para salir de compras por el centro y no quiso venir.
_Bueno eso no es novedad, a él no le hace mucha gracia ir de compras.
_Todo el mundo a su sitio, abrir el libro por la página 45_ dijo la atractiva voz del señor Manuel.
Alicia fue corriendo a sentarse en su sitio mientrás Claudia hablaba por lo bajo con Javier. Claudia era una joven algo timida como Javier, pero con un fuerte carácter, misteriosamente ella y Javier habían congeniado muy bien, Claudia tenia un hermoso cabello castaño, no muy largo y unos ojos marrones corrientes, pero una cara muy hermosa. Claudia era muy amiga de Alicia y de vez en cuando se juntaba también con Pablo y Carlos, pero ultimamente sólo se iba con Javier, con el cual compartía algo más que una simple complicidad, a Pablo le resultaba extraño aquella relación pero tampoco se la preguntaba.

CARLOS

"_ ¿Por qué me noto ultimamente con tan pocas fuerzas de ir al instituto?_" se preguntaba mientrás se preparaba un bol de cereales ."_ Mañana voy sin falta."
El bol de cereales no le supieron del todo bien, estaba nervioso, hacía una semana que no iba a clase,ni siquiera salió durante el fin de semana, sus amigos se estaban empezando a preocupar por él. Pero el lo sabía, no tenía ganas de fingir estar bien, fingir como hacia siempre. Todo en el era alegría, lo que sus amigos no sabían es que todo era una fachada para ocultar su amargura. Su familia, una familia rota que fingía ser feliz, su madre que vivía teniendo que sacar a delante a dos hijos, y trabajando duramente desde el amanecer hasta altas horas de la madrugada; su padre un alcólico que ya había muerto, su hermano mayor Alvaro, el cual era un gamberro que siempre estaba robando o dándole disgutos a su madre; ella no lo sabía y se negaba a admitirlo pero Carlos sabía que su hermano consumía drogas y que seguramente tuviera algo que ver en el tráfico de estas.
Carlos se terminó los cereales y con aspereza se dispuso a meter el bol en el lavavajillas cuando de repente la puerta de la calle se abrió.
_¡Ya estoy aquí!_ dijo su hermano Alvaro. LLevaba su larga melena castaña recogida en una cola.
Carlos no contestó y siguió recogiendo la cocina.
_¿Asi se saluda a tu hermanito mayor?_ preguntó con tono de burla Alvaro.
_¡Déjame en paz!_ espetó Carlos_. ¿De dónde vienes?
_ De vender un poco de caballo y chocolate (heroína y hachís)_ sacó de una bolsa un montón de billetes de cien y algunas bolsas de droga que le había sobrado.
_Guarda eso, mamá te dejó bien claro que no quería tener nada que ver con todo esto.
_¡Me la pela lo que quiera mamá! ¿Te enteras enano?_ repusó amenazantemente.
Carlos estaba totalmente en contra del negocio de su hermano, y más aún cuando los beneficios se los quedaba él mismo, tanto su madre como Carlos no eran nada para Alvaro, que sólo pensaba en sí mismo.
Carlos no lo soportaba y en más de una ocasión le había pedido a su madre que lo expulsara de casa, pero esta no se había atrevido a hacerlo.
Carlos, sabiendo que no merecía la pena discutir con su hermano, subió a su habitación, y una vez allí sacó un álbum de fotos forrado en terciopelo de color azul, en la portada había unas letras negras que ponían: Fotos de amigos.
Lo abrió y empezó a contemplar todos esos recuerdos, él y Pablo en el cumpleaños de Alicia tirándose globos de agua, otra de ambos en Gibraltar con los monos, "_¡Toda una vida juntos!"_ pensó Carlos, acercándose la foto a los labios la besó. _ "Tu nunca lo has sabido Pablo... ¡Te amo!".
Siguió pasando fotos y se detuvo en una foto de su clase de 2º de e.s.o, en una excursión en la sierra, curiosamente todos los alumnos (incluídos Alicia, Patricia y Claudia) estaban tachados con un bolígrafo rojo, todos.... excepto él y Pablo. Carlos miraba la foto enloquecidamente.

PABLO

El teléfono seguía sin contestar, Carlos no le cogía el teléfono. Pablo asomó la cara por la ventana,
"_¡Qué oscuro esta el cielo!_" pensó extrañado.
Empezó a bajar las escaleras y sin saber porqué abrió la puerta y salió al exterior. En la calle soplaba un fuerte viento que movía amenazadoramente las ramas de los árboles y que le producía un extraño picor en los ojos. Tratándo de cubrirse con el brazo la cara del molesto viento vió un gato que lo miró fijamente.
_ ¡Hola pequeño! ¿tienes hambre?
El gato ni se inmutó y siguió mirándole fijamente, con esos ojos amarillos y penetrantes. "_¿Qué ocurre?_" Pablo nunca había visto a un gato comportarse de aquella manera tan extraña. El gato desvió su mirada y empezó a caminar calle arriba. Sin saber porque el joven empezó a seguirlo, el gato cada vez iba más deprisa.
_¡Eh! ¡Espera!_ le ordenó Pablo. Pero el gato no se detuvo, finalmente lo perdió de vista, cuando se fijó en donde estaba no reconoció el lugar, era una especie de lago lo que se encontraba frente a él, alrededor tenía árboles desnudos, con sus temibles ramas formando figuras espeluznantes. Pero algo no encajaba en ese lugar, el agua era negra como la muerte, silenciosa y en completa calma; el cielo era de un tono púrpura oscuro por los bordes y completamente negro en el resto, y el gato había desaparecido misteriosamente. Asustado se dió la vuelta, dispuesto a volver, pero a solo unos metros de él se alzaba un hombre, cuyo rostro era cubierto por la oscuridad, sólo sus ojos y su horrorífica sonrisa brillaban como perlas en el fondo de un océano negro.
_¡No!_ elevó la voz Pablo retrocediendo _ ¡Tú no!
Sin pensárselo dos veces empezó a correr hacia el lago, se hundió en él y sin atreverse a mirar hacia atrás nadó rapidamente por sus gélidas aguas, siguió nadando sin detenerse hasta que unas manos le apresaron por el tobillo, al mirar hacia atrás vió como un espectro lo había agarrado, Pablo trató de gritar horrorizado pero solo consiguió tragar agua, el ser que le agarraba poseía una piel grisásea en descomposición, los ojos blancos y hundidos, y en algunas partes se veían los huesos blancos. Trató de soltarse dando patadas, pero más espectros lo sujetaron; las víctimas del asesino en serie. Notaba como se ahogaba, horrorizado se estaba viendo morir en las aguas del lago negro, y cuando creía que todo estaba perdido, vió al gato que lo miraba fijamente al lado de él, entonces se fijó en el extraño gato, la oscuridad que antes envolvía el ambiente no le había dejado apreciar que el felino poseía un pelaje de tono azulado. Pablo alzó una mano buscando la ayuda del animal, pero el gato sólo lo miraba sonriendo con malicia mientrás los espectros lo arrastraban al fondo del lago.
Y de repente.... abrió los ojos y se incorporó jadeando en su cama, todo había sido una terrible pesadilla.
"_¡Ha sido horrible! ¡horrible!... esos ojos..._"
Le caían gotas de sudor desde la frente. Intentó calmar su agitada respiración y volvió a apoyarse en la almohada, justo antes de cerrar los ojos observó horrorizado un extraño pelo azul.

jueves, 7 de enero de 2010

2. El gato azul


Arañado, magullado, dolorido, avergonzado, así se encontraba Pablo, tirado en aquella calle; notar como aquel hombre tocaba con sus sucias manos cada centímetro de su cuerpo, como ultrajaba su virginidad, con maldad, con dureza con frialdad. Pablo ya no tenía fuerzas para seguir luchando, era una rosa muerta, que había decidido ceder ante la fuerza del perro sin sacar sus espinas. Su vida había cambiado para siempre.
El golpe que le propinó el desconocido lo dejó inconsciente... dejando a su merced su virginidad e inocencia, ya perdida.

3 años después....

"_¿Dónde he dejado el libro de Inglés?_" pensaba Pablo mientrás buscaba aceleradamente. Como de costumbre, llegaba tarde al instituto.

_¡Hola Pablo!_ se le acercó Alicia con cara de pocos amigos_. Estoy cansada de Patricia, le contó a mi madre que el otro día estuve con un chico en nervión, ¿es qué nunca me va a dejar en paz?
Pablo le contestó poniendo los ojos en blanco y fulminando con la mirada a Patricia, esto a Alicia parece que le bastó y volvió a su pupitre.
Alicia era la mejor amiga de Pablo y Carlos, era una joven muy centrada, con las ideas claras, estaba un poco cansada de su hermana gemela Patricia, fisicamente eran las dos iguales; pelo negro azabache, figura esbelta, ojos azul marino de tal intensidad que era imposible no maravillarse mirándolos; pero en lo que respetaba a carácter, eran bien distintas, Patricia siempre había envidiado a su hermana por no tener la naturalidad y la simpatía que está poseía, y cualquier cosa que hiriera a su hermana era bien recibida. A Pablo al principio le costaba diferenciarlas, hasta que se fijó en un lunar que Alicia tenia en su pómulo izquierdo.
Pablo empezó a sacar sus libros de Latín, mientrás alzaba el rostro en busca de su amigo Carlos, al parecer ese día no había asistido a clase.
_¡Chicos, chicos! ¡Sentaos todos!_ ordenó el profesor González mientrás entraba en el aula_. Hoy os tengo que dar dos noticias; la primera es vuestro nuevo alumno Javier Bernal.
Haciendo señales con la mano, el profesor instaba a alguien a que entrará, un chico rubio se acercó al profesor timidamente, con la cabeza cabizbaja y su rubio cabello tapándole levemente los ojos. Se colocó al lado del tutor sin levantar la vista.
_Espero que todos le déis una calurosa bienvenida y lo ayudéis a integrarse perfectamente_ espetó el señor González_. ¡Siéntate al final allí!
Javier se dirigió sigilosamente hacia donde el profesor le había señalado, el joven a pesar de sus hermosas facciones, se notaba que no quería ser el centro de atención de todo el mundo. Se sentó y no volvió a alzar el rostro.
_...Y la segunda noticia, es vuestro nuevo profesor y tutor; el señor Manuel Weiger, ¡adelante por favor!
Un hombre de unos 27 u 28 años de edad entró por la puerta con elegancia, Pablo se quedó boquiabierto, era el profesor más hermoso que había visto nunca, un pelo castaño claro y un hermoso cuerpo que se divisaba a pesar de la camisa que llevaba, una cara perfecta que a más de un modelo le daría una envidia enorme.
_Bueno chicos, espero que lo tratéis como se merece, y no me echéis mucho de menos, pues sólo me voy temporalmente por motivos personales_. Todos pusimos caras extrañas al decir esto nuestro tutor, cosa que no le pasó desapercibida puesto que habló más seco y malhumorado a partir de nuestra reacción. _eso es todo, ¡Hasta pronto chicos! espero que se las pueda arreglar...
_No hay problema_ se despidió el señor Weiger, su voz era masculina y muy hermosa _. Una vez se fué nuestro tutor el nuevo profesor nos dijo: _ Como habéis observado mi apellido no es muy español, eso es porque mi abuelo es alemán, al ser hoy el primer día os daré el tiempo libre, ya mañana rellenaréis el coñazo de hoja de presentación.
Estas palabras fueron acogidas con gran júbilo entre los alumnos, el señor Weiger parecía un hombre enrrollado.
El señor Weiger se sentó en su pupitre y posó su mirada penetrante en Pablo, este al darse cuenta, se ruborizó y bajo un poco la mirada incómodo, cuando volvió a alzarla el profesor ya no lo miraba, sino que leía detenidamente un periódico.

_!Al fin en casa!_exclamó para sí Pablo mientrás se tumbaba en la cama. Desde que había salido del instituto no paraba de darle vueltas a la cabeza ¿cómo era posible que un hombre tan apuesto fuese profesor y no modelo o actor? ¿por qué se había sentido tan atraído por él? "¡Yo no soy gay!_ se dijo para sí mismo... entonces recordó algo que se encontraba oculto en su subsconsciente, algo que le había costado meses de terapia, algo que no le había contado ni al mismísimo diablo, aquella rosa... aquel perro.... _ ¡BASTA!_ gritó enfurecido aguantando las ganas de llorar, intentando borrar aquello de su cabeza cogió el móvil y empezó a mandar un mensaje.

CARLOS

Carlos miraba por la ventana de su habitación, lucía un sol espléndido, no tan espléndido como su estado de ánimo. Aquel dia había decidido no ir a clase, no era su día. Recogió un poco su cuarto para mantener la mente ocupada, limpió los platos, regó las plantas... finalmente, y sin más nada que hacer, fue al salón con un paquete de patatas y se puso a ver una película que echaban en la televisión. La casa estaba sola, su madre trabajaba hasta muy tarde, su padre... había muerto; recordó con nostalgia como su padre se pasaba todo el día tirado en el sofá, bebiendo y bebiendo sin parar; su madre y él siempre estaban discutiendo, su padre no era feliz y un día harto de su mísera vida... se suicidó. Carlos se mordió y se apretó las tripas cuando recordó como encontraron el cuerpo de su padre en el río próximo a la plaza de Puerta de Jerez, Carlos solo tenía 6 años pero cuando el comisario les enseñó el cadáver de su padre...aquella visión, una visión que jamás olvidaría y que le marcaría para siempre su vida.
"_Puerta Jerez..._" pensó. "_¡NO! Aquel día en Puerta de Jerez no fue más que un error... Pablo....¿por qué?"
No pudiendo aguantarlo más se le escaparon unas lágrimas. Se incorporó al escuchar el móvil, se secó con la manga de la chaqueta las lágrimas. Un mensaje.
eii xk no as venido hoy a clase? sbs? a venido 1 tutor nuevo, es muy raro parece modelo o algo asi me miro raro =S a lo mejo no le caigo bie. Y gonzalez se fue UEEE =D y tbm un almno nuevo mu timido, no sabes la qe te as perdido, contstame y ven prnto va? 1 abrazo!! Pablo.
jajaja d vras? molaaa! ya staba arto d gonzalez, spero q el nuevo sea mejor y t no eches cuenta seguro q no te tiene mania tonto =P, pos stoy malo xro vamoss q n te fies q en pocs dias stoy alli para darte x culo (literalment... ablando ¬¬) bueno enano ya vere todas esas novdades aver q tl! Adioo feo! ahh y x cierto aun tngo aqi el dvd qe t dejastes de la peli Slam, ven a recgerlo en 1 par d dias ok? adioo cabroncete xDD. Carlos
Tiró el móvil encima del sofá y le apareció una leve sonrisa "Este Pablo me alegra hasta en los días más oscuros" pensó Carlos mientrás se quedaba dormido en el salón.

PABLO
La película de slam, ya se le había olvidado. "_Bueno, al menos parece que está bien.. ¿Por qué me preocupo tanto?... bueno es comprensible soy su mejor amigo_ se contestaba a sí mismo Pablo.
_¡Cariño!_llamó su madre desde la cocina en la planta baja_. Ve a comprarme un par de kilos de patata, me hacen falta para la cena de mañana.
_¡Voy!_ dijo alzando la voz mientrás bajaba las escaleras. Se puso una fina sudadera, cogió las llaves y salió por la puerta. Corriendo se arrepintió de ponerse la sudadera. Era un caluroso día de primeros de octubre.
Pablo iba con la mirada perdida en sus pensamientos, no dejaba de pensar en el apuesto profesor nuevo, esa mirada tan profunda, ese pelo castaño claro, esa figura esbelta. Tampoco podía olvidar en la forma en la que lo había mirado...
_"¿Quiéres olvidarte de una vez de ese hombre? ¡Tú no eres gay!"_se decía a si mismo nuevamente golpeándose levemente en la frente para disipar sus pensamientos.
Al estar tan encerrado en sus pensamientos no se dió cuenta todo lo que se había alejado del supermercado hasta que divisó el callejón, se quedó mirándolo con aire ausente. Aquel callejón había sido testigo de la más terrible de sus pesadillas. Hacía tres años que había huido de ese callejón, evitando las miradas de cualquier rosa, u perro que le recordara lo ocurrido, cualquier indicio, cualquier cosa que lo recordaba le producía un fuerte rechazo. Pero ese día se estaba dejando llevar por la curiosidad. Andando precavidamente y con un poco de pavor en sus piernas temblantes, se acercó a la calle.
"_Aquí pasó todo_" recordó con tristeza_ "no puedo seguir negándome lo ocurrido, aunque me duela... ese hombre, mujer, joven o lo que sea, tiene que pagar por lo qe me hizo". Miraba fijamente el jugar donde el había caído al suelo.. y dónde posteriormente perdió el conocimiento. "después de mi, ningún niño mas sufrió daños.. ¿por qué? yo iba a ser su víctima número cuatro si hubiera llegado a matarme".
Pablo pegó un salto del susto, había estado tan ensimismado en sus pensamientos que no se había percatado de gato que pasó entre sus piernas para perderse en la oscuridad del callejón.
Entonces un flashback le recorrió por la mente, durante años se había negado a recordar lo que había pasado, se lo negaba a sí mismo para no hacerse daño; pero en ese momento lo recordó todo.
"_¡Por favor! ¡Por favor! No me haga daño, le daré lo que quiera_ lloraba desconsoladamente el joven_. Se lo suplico por Dios, no me haga daño.
_¡Cállate!
Esa voz cruel y grave heló la sangre de Pablo, horrorizado se quedó sin habla, quería luchar pero sus músculos no le respondían. "No, esto no puede estar pasándome... esto no es real". El sujeto soltó un segundo a Pablo para bajarse los pantalones, y este reaccionando al fin intento desesperadamente escaparse reptando, pero el hombre lo agarró de la pierna y tiró de él.
_¡NO!_ lloraba con amargura Pablo dándole la vuelta a su agresor.
_¡Estate quieto! ¡O todo sera mucho peor!_ el hombre le bajó los pantalones a Pablo.
Este tratando de escapar se dió la vuelta e intentó empujarlo en vano con las manos, pero las tenía congeladas y se resbalaban por el cuerpo del desconocido.
El enmascarado se quitó la camisa, no era un perro el que iba a acabar con aquella flor, era un gato, un gato azul perfectamente tatuado en la zona izquierda del ombligo, aquel gato azul que tres años atrás le había robado su dignidad, aquel que era el origen de sus pesadillas."
Un gato azul.

jueves, 10 de diciembre de 2009

1. Cuando los pétalos de rosa derraman sangre

Era de noche, todo estaba en silencio solo se escuchaba una fuerte lluvia en las calles de Sevilla. Pablo se frotó las manos las tenía congeladas; intentando que estas entraran en calor las introdujo debajo de la sudadera, y continuó caminando de vuelta a su casa; venía de sus clases particulares de inglés.
Tomó un atajo, por un callejón oscuro, cuando entonces oyó un ruido, asustado Pablo se detuvo en seco, miró hacia todos lados; pero estaba muy oscuro, había dejado de llover, olía a asfalto mojado, la visión no era muy buena por eso Pablo se sobresaltó cuando un gato paso entre sus piernas.
"Solo ha sido un estúpido gato, relájate" pensó el joven aliviado.
pero no e dió tiempo a pensar nada mas cuando de repente un extraño flash le cegó. Asustado exclamó:
_¿Quién anda ahí?
Silencio.
Un nuevo flash le cegó, Pablo asustado empezó a correr sin mirar atrás y sin detenerse.
Jadeando, se detuvo apoyándose sobre sus piernas para recobrar el aliento.
¿Qué había sido aquella luz cegadora? ¿Era de una cámara de foto? Y si así era, ¿quién le había hecho una foto? Aturdido pero sin quitarse todas estas preguntas de su cabeza entró en su casa.
Sus padres no estaban, pues trabajaban hasta tarde. Pablo se tomó una ducha caliente para olvidarse un poco de lo acontecido en el callejón. Luego, puso el contestador
"_¡Cariño! Llegaré tarde a casa, tu padre y yo vamos a ir a cenar. Tienes una lasaña en el microondas, ¡No te acuestes tarde! te quiero_". Era su madre.
Pablo comió la lasaña; siempre había sido su plato favorito, pero el aún nerviosismo que sentía por lo ocurrido anteriormente le hizo que no le supiera tan bien como de costumbre. Intentando que ese día pasara lo más rápido posible se acostó. Al rato, cuando ya se había dormido escuchó un extraño ruido en la ventana, se levantó sobresaltado, pero antes de que los ojos se le acostumbraran a la oscuridad otro flash lo cegó. Sobresaltado saltó de la cama con la mala suerte de que se dió un golpe contra el mueble de al lado de su cama el golpe le aturdio tanto que perdió momentaneamente el conocimiento.
La fuerte luz que entraba por la ventana lo despertó; era el Sol. Pablo miró la hora, las 12.30, se había quedado dormido. ¿Pero qué habia pasado? ¿Por qué le dolía tanto la cabeza?
_El flash..._ murmuró en voz baja frotándose la cabeza. Pero sus pensamientos quedaron interrumpidos por su madre, la señora Ruiz, que lo llamaba desde arriba. Al bajar esta le preguntó:
_¿Estás bien? ¡Has dormido mucho! ¿Te comistes la lasaña que te deje ayer en el microondas?
_¡Si mamá!
A Pablo le incordiaba a veces lo pesada que podía llegar a ser su madre.
_Por cierto, ha llamado Carlos, me insistió en que te dijera que lo llamaras nada más te despertaras, dice que tiene una cosa importante que decirte_ decía la señora Ruiz mientrás le sacaba brillo a la vitrocerámica_. Pero antes ve a sacar a Saku de la piscina, se ha vuelto a caer el pobre y no hace mas que nadar.
Saku era el perro de la familia, un tosco pequinés de 7 años de edad, tenía la costumbre de tirarse a la piscina por diversión, con el problema de que luego no sabía subir. Su madre se había negado continuamente a nombrarlo Saku pues le parecía un nombre muy raro, pero Carlos, amante de la cultura japonesa, quiso llamarlo así.
_¡Ven Saku!_ llamaba Pablo con las manos estendidas para recoger al animal.
Este nadaba hacia él cuando de pronto... alzó un segundo la vista y vió al otro lado delos setos unas manos que sujetaban un objetivo cubriendole toda la cara. Otro flash. Pablo, perdiendo el equilibrio, se precipitó hacia la piscina.
_Pero ¿qué ha pasado?_ preguntaba Rocío su madre, mientrás lo secaba con la toalla.
_Ya te lo he dicho. Fui a recoger a Saku y perdí el equilibrio y me caí.
_¡Pobrecito mi niño! Secate anda, que con el frío que hace vas a coger un resfriado.
_¡Qué si mamá, no seas pesada! _ repuso molesto Pablo, la señora Ruiz se fue levemente ofendida.
No quería contarle a su madre lo de el hombre o mujer o lo que fuese, que le hacía fotos, no quería preocuparla aún no, pero Pablo sentía un poco de miedo, solo tenia 15 años y la idea de un psicópata acechándolo no le hacia ni pizca de gracia.

_¿Carlos? Soy yo Pablo, me ha dicho mi madre que me habías llamado para algo importante, ¿qué pasa?
_ Si, menos mal que al fin despiertas_ decía Carlos al otro lado del teléfono_ quería preguntarte si quieres quedar en la puerta de Jerez, es para algo muy importante, ¿te parece bien a las siete? bueno pues a esa hora allí, no me falles.
_Pero..._ intentó decir un aturdido Pablo pero su amigo ya había colgado, aunque no le extraño pues estaba acostumbrado a este comportamiento de Carlos, siempre hablaba y luego sin esperar respuesta colgaba.
Carlos era el mejor amigo de Pablo, Carlos tenía una sonrisa mezcla de dulzura y picardía, unos ojos color miel que derritiría al menos goloso de los osos, un pelo siempre alborotado pero no por eso menos cuidado de un color castaño claro. Pero lo más destacabe de este chico era su rebeldía, su corazón fiero e indomable, siempre alegre, bromeando y con una sonrisa en su cara; sin importarle las normas más las que dictara su razón. Lo que se podría decir como un alma libre.
_¡A comer!_ gritó la señora Ruiz desde el piso de abajo.
Una vez comiendo la madre de Pablo le pidió a este que pusiera las noticias mientrás esta servía el estofado.
"_¡Muy buenas tardes!_" saludaba el presentador del informativo. "_ Hoy sábado 6 de diciembre ha sido encontrado un joven de 14 años asesinado brutalmente en las proximidades al puente del Cristo de la Expiración..."
_¡Sube el volumen Antonio!_ Pidió la señora Ruiz a su marido.
"_... el joven presentaba varios signos de abusos sexuales, y los medicos forenses calculan que la muerte se desarrollo en la madrugada del viernes por asfixia. Con este ya son 3 los asesinatos acometidos en la ciudad en el último mes a jóvenes adolescentes, lo que ha dado a pensar de que se trata de un asesino en serie, la guardia civil está trás la pista del agresor. Hemos podido hablar con uno de los jefes de la guardia civil que lleva el caso". A continuación aparecía un hombre regordete con un poblado bigote hablando del tema. "_Aun no tenemos pistas claras de quien puede ser el asesino de estos jóvenes, lo único que hemos encontrado es que todos muestran signos de violencia sexual, y han sido asesinados por asfixia; también cabe destacar que el perfil de los asesinados es de chicos varones entre 14 y 16 años con pelo oscuro, piel blanca y ojos azules. Cuando descubramos algo más informaremos lo más rápido posible."
La señora Ruiz, haciendo honor a su mayor cualidad, la de excesiva preocupación, miró a Pablo asustada, este al darse cuenta de los pensamientos de su madre dijo molesto:
_¡Mamá! De verdad no creerás que yo deba....
_Ya has visto como era el perfil de los niños asesinados; pelo oscuro, ojos claros, piel blanca, 15 años... _decía Rocío mirándolo con unos ojos llenos de preocupación que solo una madre puede entender.
_Mi piel clara, mis ojos azules y mi pelo negro te lo debo a ti mamá_ acusó bromeando Carlos.
Y era verdad, su madre era su viva imagen pero en femenino y con varios años de más. En cambio su padre, canoso con ojos muy oscuros y piel siempre bronceada, era totalmente opuesto a su hijo; de su padre había heredado su carácter tímido y sosegado, pero con las ideas claras y un carácter bastante definido.
_¡Dejate de tonterias!_ exclamó Rocío alzando un poco la voz_. ¡Qué sepas que hoy no saldrás!
_¿Cómo?... He quedado con Carlos a las siete, para algo, según él, muy importante.
_Me da igual, ahora anochece muy temprano y tu no te recogerás más tarde de las siete de la tarde y menos aún con un asesino en serie suelto.
_Mamá te recuerdo que tengo ya 15 años_gritó Pablo enfadado.
_Me da igual, esta es mi casa y se hará lo que yo diga a tu cuarto_ gritó aún más alto su madre indicando con el dedo índice las escaleras. Pablo muy enojado subió las escaleras dando fuertes golpes con los pies.

6:30 p.m.

Pablo estaba dispuesto a escaparse aunque le castigasen, le parecía injusto y fuera de lugar que con 15 años no le dejaran salir un sábado a las 7 de la tarde. "Esta mujer está loca" pensó mientrás abría la ventana dispuesto a salir, de su ventana al suelo solo había 2 metros, por lo tanto no le sería difícil saltarla.
¿Qué posibilidades había de que él se topara con el asesino en una ciudad tan grande? La respuesta estaba muy clara, ninguna. O eso creía él.
Había salido temprano de su casa por lo tanto se disponía a hacer el trayecto hasta Puerta de Jerez andando, no le llevaría mas de 20 o 25 minutos andando. Mientrás caminaba pasó por un grupo de pisos en los cuales había un jardín en medio. Una rosa roja. Esto extrañó a Pablo, "¿Rosas en invierno?". Pero rapidamente un perro pasó por encima de ella acabando con la frágil vida de la rosa, tan hermosa pero tan delicada.... "Bueno Pablo, no es tiempo para ponerte a mirar rosas" se dijo riéndose para sus adentros de la "estupidez" de sus pensamientos.
Viendo que iba a llegar tarde decidió coger un atajo, claro está, no el mismo callejón en el cúal había acabado la noche anterior. Se metió en otro callejón oscuro, y no pudiendo evitar un escalofrío aceleró el paso para salir de allí lo más rápido posible.
Pasos.
Pablo asustado se detuvo.
Silencio.
Pablo volvió a caminar.
Pasos de nuevo.
Y entonces.... una luz blanca le cegó, era de nuevo ese flash que ya casi había olvidado y que tanto le asustaba. Desdibujándose el horror en su cara y pasando por su mente como un flashblack; los flashes en el callejón, en su dormitorio, en la piscina a plena luz del día, y... lo que más le aterró, el recuerdo de las noticias de ese mediodía.
Sus piernas reaccionaron solas, y en un segundo corría a toda velocidad, pero alguién detrás de él le acortaba los pasos por segundos. Pablo notaba el frío en sus mejillas y un dolor agudo en el estómago, pero sus piernas no tenían intención de detenerse, su instinto de supervivencia era superior a cualquier otra cosa. Pero de pronto, una oscura y fría mano lo cogió del brazo. Deteniendose ambos en seco. Pablo intentó golpearlo con la mano que le quedaba libre pero su agresor era más fuerte y lo inmovilizó, tirándolo al suelo. Pablo intentaba golpearlo con todas sus fuerzas.
_¡Por favor! ¡Por favor! No me haga daño, le daré lo que quiera_ lloraba desconsoladamente el joven_. Se lo suplico por Dios, no me haga daño.
_¡Cállate!
Esa voz cruel y grave heló la sangre de Pablo, horrorizado se quedó sin habla, quería luchar pero sus músculos no le respondían. "No, esto no puede estar pasándome... esto no es real". El sujeto soltó un segundo a Pablo para bajarse los pantalones, y este reaccionando al fin intento desesperadamente escaparse reptando, pero el hombre lo agarró de la pierna y tiró de él.
_¡NO!_ lloraba con amargura Pablo dándole la vuelta a su agresor.
_¡Estate quieto! ¡O todo sera mucho peor!_ el hombre le bajó los pantalones a Pablo.
Y entonces.... el desconocido le propinó un fuerte golpe en la cabeza que le dejó semiinconsciente.
Como la rosa que fue aplastada por aquel perro; tan hermosa, tan llena de vida pero tan frágil, que hasta el más simple de los vientos podía acabar con ella, sentía pena por la flor destruida, ya que él era la rosa y aquel desconocido era el perro que la destruyó. Por sus ojos caían lágrimas, como gotas de sangre derramadas entre los petalos de aquella rosa.

jueves, 3 de diciembre de 2009

COMO UN VIENTO EFÍMERO

Aquí comienza mi historia espero que os guste a todos!

martes, 10 de noviembre de 2009

¿SER O NO SER?


Hola, mi nombre es Juan Jesús.
Antes de empezar con mis numerosas historias (la mayoría escritas hace años por mí) me gustaría iniciar con una breve descripción de mí.
Tengo 18 años vivo en una localidad al sur de España; Sevilla.
Me considero un chico bastante coqueto, con muchas aspiraciones en la vida, las cuales algún día espero que lleguen a buen puerto. Siempre he sido un chico un tanto alocado pero a la vez consciente conmigo mismo.
Entre mis aficciones destacan: el amor hacia los animales; la fascinación por lo oculto, lo misterioso, lo que se esconde mas allá del entendimiento humano; lo relacionado con la historia y la geografía; y después lo "normal" en todo joven de mi edad: salir con los amigos, conectarme a las diferentes "redes sociales de internet", natación, etc.
Trato de mostrarme a los demás tal y como soy (aunque a veces eso no cree más que prejuicios) y en estas historias trataré de mostrar una parte de mí, de mis vivencias, de mi fantasía, de mi forma de ser.
Historias tan diversas como de aventuras, mitológicas, épicas, románticas, de acción, desengaños, alguna que otra de romance atípico (gay), etc.

Por hoy solo pongo una foto que me gusta mucho, ya iré poniendo mi primera historia cuyo titulo es:
COMO UN VIENTO EFÍMERO....