martes, 23 de febrero de 2010

3. El lago negro



5 Noviembre

"_¡Qué pesada!_" exclamó Pablo con cara de asco cuando le llegó un sms que Patricia, la hermana gemela de Alicia, le había mandado.
ola mimosin (L) me as exado de menos?? yo a ti si!! :$ tengo muxas ganas de vrte, te kiero mi niño (KKK)
Patricia, la insoportable y malvada hermana de su mejor amiga, siempre había ido detrás de Pablo, este no se cansaba de rechazarla cortesmente, pero está seguía insistiendo.
Pablo borró rapidamente el sms y se guardó el movil en el bolsillo de la sudadera, en la calle hacía algo de frío, se notaba que el invierno se acercaba. Al llegar a la puerta del instituto vió al alumno nuevo, Javier. Pablo le saludó con la mano, pero este se puso muy colorado y mirando agachó la mirada timidamente y aceleró el paso para entrar en el edificio.
"_¡Qué chico mas extraño!_" pensó Pablo. Al entrar en el aula se percató de que ese día tampoco había ido Carlos a clase, hacia una semana que no iba a clase, y hacía una semana también que habían llegado el alumno nuevo y el atractivo profesor Weiger.
_¡Hola!_ saludó Alicia moviendo su perfecta cabellera negra_. ¿Has visto que bien se lleva el alumno nuevo con Claudia? Es extraño, solo habla con ella.
_Si, antes le he saludado y ni me ha mirado, es muy raro_ le decía Pablo mientras se tocaba la barbilla pensativo_ Por cierto, Alica, ¿sabes algo de Carlos?
_ No mucho la verdad_ dijo esta apoyándose en la mesa_. Lo ultimo que supe de él fue hace 3 días el viernes, le llamé para salir de compras por el centro y no quiso venir.
_Bueno eso no es novedad, a él no le hace mucha gracia ir de compras.
_Todo el mundo a su sitio, abrir el libro por la página 45_ dijo la atractiva voz del señor Manuel.
Alicia fue corriendo a sentarse en su sitio mientrás Claudia hablaba por lo bajo con Javier. Claudia era una joven algo timida como Javier, pero con un fuerte carácter, misteriosamente ella y Javier habían congeniado muy bien, Claudia tenia un hermoso cabello castaño, no muy largo y unos ojos marrones corrientes, pero una cara muy hermosa. Claudia era muy amiga de Alicia y de vez en cuando se juntaba también con Pablo y Carlos, pero ultimamente sólo se iba con Javier, con el cual compartía algo más que una simple complicidad, a Pablo le resultaba extraño aquella relación pero tampoco se la preguntaba.

CARLOS

"_ ¿Por qué me noto ultimamente con tan pocas fuerzas de ir al instituto?_" se preguntaba mientrás se preparaba un bol de cereales ."_ Mañana voy sin falta."
El bol de cereales no le supieron del todo bien, estaba nervioso, hacía una semana que no iba a clase,ni siquiera salió durante el fin de semana, sus amigos se estaban empezando a preocupar por él. Pero el lo sabía, no tenía ganas de fingir estar bien, fingir como hacia siempre. Todo en el era alegría, lo que sus amigos no sabían es que todo era una fachada para ocultar su amargura. Su familia, una familia rota que fingía ser feliz, su madre que vivía teniendo que sacar a delante a dos hijos, y trabajando duramente desde el amanecer hasta altas horas de la madrugada; su padre un alcólico que ya había muerto, su hermano mayor Alvaro, el cual era un gamberro que siempre estaba robando o dándole disgutos a su madre; ella no lo sabía y se negaba a admitirlo pero Carlos sabía que su hermano consumía drogas y que seguramente tuviera algo que ver en el tráfico de estas.
Carlos se terminó los cereales y con aspereza se dispuso a meter el bol en el lavavajillas cuando de repente la puerta de la calle se abrió.
_¡Ya estoy aquí!_ dijo su hermano Alvaro. LLevaba su larga melena castaña recogida en una cola.
Carlos no contestó y siguió recogiendo la cocina.
_¿Asi se saluda a tu hermanito mayor?_ preguntó con tono de burla Alvaro.
_¡Déjame en paz!_ espetó Carlos_. ¿De dónde vienes?
_ De vender un poco de caballo y chocolate (heroína y hachís)_ sacó de una bolsa un montón de billetes de cien y algunas bolsas de droga que le había sobrado.
_Guarda eso, mamá te dejó bien claro que no quería tener nada que ver con todo esto.
_¡Me la pela lo que quiera mamá! ¿Te enteras enano?_ repusó amenazantemente.
Carlos estaba totalmente en contra del negocio de su hermano, y más aún cuando los beneficios se los quedaba él mismo, tanto su madre como Carlos no eran nada para Alvaro, que sólo pensaba en sí mismo.
Carlos no lo soportaba y en más de una ocasión le había pedido a su madre que lo expulsara de casa, pero esta no se había atrevido a hacerlo.
Carlos, sabiendo que no merecía la pena discutir con su hermano, subió a su habitación, y una vez allí sacó un álbum de fotos forrado en terciopelo de color azul, en la portada había unas letras negras que ponían: Fotos de amigos.
Lo abrió y empezó a contemplar todos esos recuerdos, él y Pablo en el cumpleaños de Alicia tirándose globos de agua, otra de ambos en Gibraltar con los monos, "_¡Toda una vida juntos!"_ pensó Carlos, acercándose la foto a los labios la besó. _ "Tu nunca lo has sabido Pablo... ¡Te amo!".
Siguió pasando fotos y se detuvo en una foto de su clase de 2º de e.s.o, en una excursión en la sierra, curiosamente todos los alumnos (incluídos Alicia, Patricia y Claudia) estaban tachados con un bolígrafo rojo, todos.... excepto él y Pablo. Carlos miraba la foto enloquecidamente.

PABLO

El teléfono seguía sin contestar, Carlos no le cogía el teléfono. Pablo asomó la cara por la ventana,
"_¡Qué oscuro esta el cielo!_" pensó extrañado.
Empezó a bajar las escaleras y sin saber porqué abrió la puerta y salió al exterior. En la calle soplaba un fuerte viento que movía amenazadoramente las ramas de los árboles y que le producía un extraño picor en los ojos. Tratándo de cubrirse con el brazo la cara del molesto viento vió un gato que lo miró fijamente.
_ ¡Hola pequeño! ¿tienes hambre?
El gato ni se inmutó y siguió mirándole fijamente, con esos ojos amarillos y penetrantes. "_¿Qué ocurre?_" Pablo nunca había visto a un gato comportarse de aquella manera tan extraña. El gato desvió su mirada y empezó a caminar calle arriba. Sin saber porque el joven empezó a seguirlo, el gato cada vez iba más deprisa.
_¡Eh! ¡Espera!_ le ordenó Pablo. Pero el gato no se detuvo, finalmente lo perdió de vista, cuando se fijó en donde estaba no reconoció el lugar, era una especie de lago lo que se encontraba frente a él, alrededor tenía árboles desnudos, con sus temibles ramas formando figuras espeluznantes. Pero algo no encajaba en ese lugar, el agua era negra como la muerte, silenciosa y en completa calma; el cielo era de un tono púrpura oscuro por los bordes y completamente negro en el resto, y el gato había desaparecido misteriosamente. Asustado se dió la vuelta, dispuesto a volver, pero a solo unos metros de él se alzaba un hombre, cuyo rostro era cubierto por la oscuridad, sólo sus ojos y su horrorífica sonrisa brillaban como perlas en el fondo de un océano negro.
_¡No!_ elevó la voz Pablo retrocediendo _ ¡Tú no!
Sin pensárselo dos veces empezó a correr hacia el lago, se hundió en él y sin atreverse a mirar hacia atrás nadó rapidamente por sus gélidas aguas, siguió nadando sin detenerse hasta que unas manos le apresaron por el tobillo, al mirar hacia atrás vió como un espectro lo había agarrado, Pablo trató de gritar horrorizado pero solo consiguió tragar agua, el ser que le agarraba poseía una piel grisásea en descomposición, los ojos blancos y hundidos, y en algunas partes se veían los huesos blancos. Trató de soltarse dando patadas, pero más espectros lo sujetaron; las víctimas del asesino en serie. Notaba como se ahogaba, horrorizado se estaba viendo morir en las aguas del lago negro, y cuando creía que todo estaba perdido, vió al gato que lo miraba fijamente al lado de él, entonces se fijó en el extraño gato, la oscuridad que antes envolvía el ambiente no le había dejado apreciar que el felino poseía un pelaje de tono azulado. Pablo alzó una mano buscando la ayuda del animal, pero el gato sólo lo miraba sonriendo con malicia mientrás los espectros lo arrastraban al fondo del lago.
Y de repente.... abrió los ojos y se incorporó jadeando en su cama, todo había sido una terrible pesadilla.
"_¡Ha sido horrible! ¡horrible!... esos ojos..._"
Le caían gotas de sudor desde la frente. Intentó calmar su agitada respiración y volvió a apoyarse en la almohada, justo antes de cerrar los ojos observó horrorizado un extraño pelo azul.

5 comentarios:

  1. Un gatooo!! me gustan los gatos. Me cae mal Álvaro ¿tiene un doble sentido que se llame así? Porque a mí Álvaro me caía bien... aunque supongo yo que no terminó las cosas muy bien entre vosotros ¿No? No me gustan las pesadillas, en mis pesadillas las paredes siempre son moradas o marrones tengo que buscar en el libro de los sueños que significa eso...

    En fin!! Quiero saber que ocurre con la pesada de lo mensajes de móvil

    ResponderEliminar
  2. Cielo me encanta como escribes enserio, una descripción preciosa y tambien un enlace de sentimientos bastante interesante, tengo ganas de qué pasará alfinal asi que a escribir e.e jajaja y porcierto me encanta como unes el titulo con una de las ultimas frases del texto (la cual cosa te la he copiao :P jejej)

    tequeroo bobo <3

    ResponderEliminar
  3. Buenas tardes.

    He visto que me dejaste en enero un post. No lo había leído hasta ahora. Me entró la curiosidad, he entrado, te he leído... y guau (o miau jajajajaja).

    Me ha gustado mucho, porque a pesar de ser un poco largo, se hace muy ameno. Lo que más me ha gustado es lo del final, cuando se encuentra un poco de pelo azul. Me parece muy buena idea, y que le da un toque muy bueno.

    Te seguiré leyendo.

    UN ABRAZO.

    ResponderEliminar
  4. me has llegao....sinceramente escribes de arte....sigue asi k vales mucho (L) besitos de Laura

    ResponderEliminar
  5. SÍ SI SIIIIIIIIIIII este relato es genial, me ha encantado el misterio que refleja el gato, cuando nada por el lago, los espectros wuauuuuuu mola mazoooooooo

    ResponderEliminar